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Lapuerta alardea de mala memoria: "El otro día no me acordaba del nombre de Aznar"

El extesorero del PP consideró falsos los papeles de Bárcenas porque las donaciones que reflejaban le parecían 'muy poco'

EUROPA PRESS

El extesorero del Partido Popular (PP) Álvaro Lapuerta negó durante su declaración ante la Fiscalía Anticorrupción la veracidad de la supuesta contabilidad B de su formación atribuida a su sucesor, Luis Bárcenas, argumentando que las donaciones que reflejaban le parecían 'muy poco'. 'No conozco la letra de nadie porque nadie me escribe cartas', aseguró. Lapuerta también dijo no recordar ciertos detalles por los que se le preguntaron y lo justificó por su mala memoria: 'El otro día no me acordaba del nombre de José María Aznar', asegura.

Así consta en la transcripción de su declaración, que está recogida en el sumario de la causa en la que se investigan los 'papeles de Bárcenas'. 'A mí me pasaban papeles hechos por ordenador, eso sí, y conozco la firma, nada más. Pero no conozco su letra', apuntó el antiguo responsable de las finanzas 'populares'.

En su comparecencia en la Fiscalía Anticorrupción, que tuvo lugar el pasado 7 de febrero, Lapuerta aseguró primero que nunca existió en el PP una 'caja con movimientos en metálico' aunque más tarde aseguró que 'los ingresos los iba apuntando y se hacían siempre a través de la caja'.

También rechazó que Bárcenas, del que era 'jefe' aunque ambos funcionaban de forma 'independiente', gestionara una segunda contabilidad en una libreta. 'Yo no he podido meter mi caja fuerte, nunca he tenido caja fuerte... y que Luis Bárcenas apuntó en la libreta, la cantidad, no es verdad, no tenía libreta --dijo--. Él daba los datos. Lo que sí es verdad es que firma no tenía más que yo'.

De la misma manera, el extesorero restó credibilidad a las informaciones que apuntan al cobro de sobresueldos por parte de los dirigentes del PP, como apuntó el exdiputado Jorge Trías, con el que mantuvo una comida 'hace unos meses' junto al propio Bárcenas, según detalla la declaración.

'Yo no recuerdo ningún sobresueldo'

'Absolutamente nada. Es mentira. No sé, no creo que se haya dado una propina a alguien (inaudible) de debajo, como a un subalterno (inaudible) de quedarse una noche... Yo no recuerdo ningún sobresueldo. De los fondos del partido no se ha sacado nunca nada de eso', señaló Lapuerta, quien negó que los visados y firmas que aparecen en los papeles sean suyos.

Lo que sí se hacía en el PP, según Lapuerta, era dar 'gratificaciones' en forma de 'una paga extraordinaria o media paga' a los trabajadores que durante las campañas electorales 'trabajaban hasta las once de la noche'. También concedía 'ayudas' a algunos militantes del partido, sobre todo en el País Vasco, algo que se hacía, según explicó, por orden del 'presidente'.

El compareciente señala que su labor como tesorero conistía 'fundamentalmente en pagar las deudas' porque en el partido, según dice, existía 'un gran desorden contable'. En un momento del interrogatorio, el fiscal Romeral pregunta a Lapuerta qué cargo tenía Bárcenas cuando él era tesorero. 'Antes de mí, ya era gerente', dice. 'Las funciones de gerente, ¿cuáles eran?', pregunta el representante del Ministerio Público. 'Adminstrar la Casa y los gastos', contesta.

'No he tocado, en todo el tiempo en que he estado, nunca, dinero con las manos'

Lapuerta, que está imputado en esta causa por un delito contra la Hacienda Pública, también detalla en su declaración cómo se realizaron las donaciones al PP mientras él permaneció como tesorero del PP, entre los años 1993 y 2008. 'A mí me ingresaban. A mí no me entregraban. No he tocado, en todo el tiempo en que he estado, nunca, dinero con las manos', explica.

Los donantes, que siempre cumplían 'la limitación de cuantía' y realizaban aportaciones 'anónimas', según Lapuerta, 'pedían un recibo o iban al banco e ingresaban directamente a la cuenta corriente y se quedaban todos los recibos...'.

'Siempre querían (los donantes) que yo me enterase de los bienes -relata-. Subían a mi despacho, antes de hacerlas normalmente. Yo les advertía de su condición de que no podían tener (inaudible) algún interés con el Estado, ellos decían que no y entonces... Yo les decía, usted puede bajar abajo, enfrente justo, en la esquina, estaba el Banco de Vitoria o el Banesto y mañana o pasado será el Santander'.

Cuando el donante era 'una persona mayor', se le ofrecía la posibilidad de que 'el cajero' bajara al banco y le diera una copia del ingreso, según explica Lapuerta, que asegura no recordar quién se encargaba de esas operaciones. 'El otro día no me acordaba del nombre de José María Aznar', se justifica.

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