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PAZ, cultura y libertad

La plataforma de apoyo a Zapatero rechaza haber insultado a los votantes del PP y le renueva su 'adhesión no inquebrantable'

GONZALO LÓPEZ ALBA

De Manuel Azaña a María Zambrano, para desembocar en Edward R. Murrow. Estos fueron los tres referentes que utilizó ayer José Luis Rodríguez Zapatero en 'el acto más emotivo de la campaña' -según su propia valoración-, durante el que recibió el apoyo renovado de la plataforma de apoyo a su candidatura (PAZ).

El presentador Jesús Vázquez, que lo fue del acto, quiso dejar claro desde sus primeras palabras que 'la plataforma nunca ha insultado a quienes votan al PP', y alegó en su defensa la mejor prueba: 'Estaría insultando a mi padre'. Esclarecido esto, respondió a la acusación que contra sus miembros lanzó Mariano Rajoy: 'No veo aquí estómagos agradecidos'.La investigadora Carmen Vela, presidenta de la asociación española de mujeres investigadoras y tecnólogas, aclaró también que 'la nuestra no es una adhesión inquebrantable', sino que 'se mantendrá en la medida en que el presidente Zapatero siga cumpliendo con su palabra'.

Zapatero escuchaba en primera fila, acompañado por su esposa, Sonsoles Espinosa, y flanqueados ambos por Nuria Espert y Joaquín Sabina. No fueron los únicos rostros famosos. Pudo verse en vivo a Miguel Ríos, Concha Velasco, Víctor Manuel, Fermín Cacho, Reyes Estévez... ; y en vídeo a Bernardo Bertolucci, José Saramago, Carlos Fuentes, Daniel Baremboim... la cara de más de 22.000 firmas de adhesión, según los promotores de la plataforma. Pero también pudieron verse las caras anónimas de discapacitados, autónomos, mujeres maltratadas... inmigrantes, como la que pidió al presentador que leyera una nota en la que decía: 'Nosotros también hacemos patria'.

Ciudadanos de primera

La intervención más emotiva la protagonizaron María Luisa Peña y María Sol Serna, dos personas con discapacidad auditiva que agradecieron a Zapatero que haya contribuido a que dejen de ser 'ciudadanos de segunda' con el reconocimiento legal de la lengua de signos, pero que también aprovecharon para reivindicar que las películas lleven subtítulos 'para poder acceder a la cultura'.

El candidato socialista destacó la satisfacción que le produce haber promovido el reconocimiento de la lengua de signos evocando a Azaña, que dejó escrito que 'la política es el estadio más elevado de la cultura' y consiste 'en convertir los deseos, los anhelos, las energías, los mejores valores en algo cotidiano'.

Zapatero reconoció que en España 'el cambio sigue siendo necesario y las reformas muy convenientes en muchos ámbitos sociales'. Se comprometió a 'gobernar desde la voluntad del pueblo' y subrayó que 'los votos son todo lo que tenemos' y la piedra de bóveda 'del proyecto que represento'.

De Azaña pasó a Murrow, el periodista estadounidense cuya historia real de lucha contra la caza de brujas del senador McCarthy inspiró la película 'Buenas noches y buena suerte', título que Zapatero utilizó como broche final en los dos debates televisivos. 'Fue un canto a la libertad de expresión, una denuncia, prudente y moderada, de quienes descalifican, insultan y denigran a los que no piensan como ellos', explicó.

El punto final lo puso ayer con palabras de María Zambrano, una de las fuentes esenciales de su pensamiento político: 'El futuro que inspira, que consuela del presente, haciendo descreer de él, que recogerá todos los sueños y esperanzas, de donde brota la creación y lo no previsto, es la libertad sin arbitrariedades'.

Fue toda su intervención la expresión de un compromiso con la libertad y contra toda discriminación, con mención indirecta al doctor Montes que, presente en el acto, fue vitoreado. Zapatero se comprometió a 'proteger' la propiedad intelectual de los creadores y a convertir los cines, teatros y museos en 'grandes centros de convivencia'. Sus palabras finales fueron una defensa de 'la libertad de soñar los cambios' y una reivindicación de 'la alegría' que produce 'confiar en el futuro'.

 

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