Público
Público

El peligro de una repetición electoral en Catalunya amenaza la negociación de unos nuevos Presupuestos Generales

El Gobierno renunció a aprobar las cuentas de 2024 con la convocatoria de las elecciones catalanas, y la sombra de una repetición electoral amenaza con extender el clima de inestabilidad.

Pedro Sánchez Patxi López
Pedro Sánchez y Patxi López, durante la comparecencia del Gobierno ante el Congreso del miércoles, día 10. Eduardo Parra / Europa Press

El clima electoral complica las cosas y, si se extiende en el tiempo, las complica todavía más. Pedro Sánchez descartó pelear los Presupuestos de 2024 cuando el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, convocó elecciones, producto, a su vez, del fracaso de los Presupuestos autonómicos. Fuentes de varios grupos parlamentarios observan con cierta incomodidad, en el Congreso de los Diputados, que la acción del Gobierno ha echado el freno de mano al menos hasta que concluya, dicen, este maratón electoral. Sin embargo, las estadísticas que se conocen hasta la fecha no parecen asegurar que los comicios allanen el camino de una investidura en Catalunya.

Salvador Illa, candidato del PSC, parte como favorito ante Aragonès, candidato a la reelección, y Carles Puigdemont, el expresidente catalán y candidato de Junts per Catalunya. Todavía ni siquiera ha empezado la campaña electoral, pero en los mentideros del Congreso, en Madrid, suena cada vez con más fuerza la posibilidad de ese bloqueo. También en el entorno político catalán, como ya explicó Públic.

También se habla de pactos. O de posibles pactos. Illa dio a entender en una reciente entrevista con elDiario.es que prefiere a Esquerra que a Junts. En concreto, dijo que ve "francamente difícil" gobernar con Junts en la Generalitat. En cualquier caso, el único escenario que maneja el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es gobernar, en ningún caso coronar a ninguno de sus dos competidores. En el PSC ven en estos comicios una oportunidad histórica de deslavazar el independentismo.

Altas instancias de Esquerra Republicana de Catalunya, por otra parte, también descartan que Aragonès pueda llegar a investir a Illa si se diera un escenario —probable— en el que el exministro de Sanidad necesitara sus votos para agarrar el bastón de mando. Y Carles Puigdemont, en otra reciente entrevista en RAC1, avisó de que abandonaría la política en caso de no gobernar, con lo que no considera la opción de apoyar un Gobierno de Aragonès o de Illa.

Con todo, salvo grandes movimientos tectónicos con respecto al sentido de voto al que apuntan, en estos momentos, las encuestas, el escenario de bloqueo e inestabilidad se abre hueco, mientras que el nerviosismo y las prisas por que la legislatura termine de arrancar crecen. Se habla de una legislatura al trantrán.

Ya en la última sesión de control, varias preguntas versaron sobre los futuros Presupuestos y el presidente del Ejecutivo aseguró que "ya se está trabajando en un borrador para los de 2025" y que el Gobierno tiene previsto presentarlo en el segundo trimestre de 2024.

El problema es la cierta desconfianza que varias fuentes parlamentarias reconocen con respecto a la cintura del Gobierno para cabalgar la intrincada aritmética de la legislatura, que podrían verse agravado con el bloqueo en Catalunya, toda vez que los actores implicados en la contienda electoral son los mismos de los que depende Sánchez en Madrid. En el entorno de ERC no entienden lo que denominan una estrategia de "patada y hacia adelante" de Sánchez, teniendo en cuenta que la aritmética ahora, cuando se podrían estar trabajando los PGE de 2024, "va a ser la misma que después de las elecciones".

El hueso de Junts per Catalunya

Junts per Catalunya es, probablemente, la formación que más dura se está mostrando con el Gobierno en lo referente a los Presupuestos. Míriam Nogueras, portavoz de los posconvergentes en el Congreso, ha acusado abiertamente a Sánchez de no tratar de alcanzar un acuerdo con los Presupuestos de 2024 "por puro contexto electoral", dando a entender un nulo contacto entre ellos y socialistas, en estos momentos. Según las fuentes consultadas por Público, tampoco existirían conversaciones con Esquerra Republicana. 

Fue muy distinto el tono con el que Mertxe Aizpurúa (EH Bildu) se dirigió a Sánchez. La portavoz abertzale le recordó lo "perjudicial" que es para la ciudadanía que los avances sociales que se proyectaban con los Presupuestos en la mano hayan quedado varados. De todas formas, se muestran abiertos a negociar cuanto antes.

Desde las filas del PNV han ido avisando desde el principio de la legislatura de lo complicado que iba a ser aprobar unas nuevas cuentas. Llegaron a decir que si Sánchez no lograba sacar adelante las de 2024, no descartaban "dar la legislatura por acabada". No ha sido así, pero, el entorno de los jeltzales anima a Sánchez a "centrarse menos en sacar leyes y más en gobernar". La presión desde Sabin Etxea, aunque no es comparable con la que ejerce Junts per Catalunya, también existe. 

El panorama es delicado. Todas las fuentes del PSOE hablan de una legislatura larga, y Sánchez calmó las aguas, desde la tribuna del Congreso, cuando aseguró que el Gobierno ya trabaja en los Presupuestos de 2025. Sin embargo, nadie duda de que el frenazo de los de 2024 se debió al adelanto electoral catalán y es fácil trazar el paralelismo de lo que ocurriría si los resultados del 12 de mayo no sirven a ningún candidato para ser presidente.

Desde el propio Partido Popular alimentan la teoría de que un posible bloqueo electoral en tierras catalanas comprometería la negociación para los Presupuestos. Es un escenario que existe, pero ante el que todos los partidos corren un tupido velo. Nadie quiere pensar en bloqueo ni ponerse la venda antes de la herida.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias