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Sánchez hace un guiño a Puigdemont en vísperas de su reunión con Junts

El líder del PSOE pone en valor su colaboración con ERC en la legislatura pasada y se resiste a cerrar la puerta a un contacto directo con Puigdemont.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante el desfile del Día de la Fiesta Nacional en Madrid. REUTERS/Juan Medina
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante el desfile del Día de la Fiesta Nacional en Madrid. Juan Medina / REUTERS

El líder del PSOE, presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, hace equilibrios en plena negociación con las fuerzas nacionalistas e independentistas. El último, este jueves durante la recepción en el Palacio Real con motivo del 12 de octubre. Sánchez, deliberadamente ambiguo, no descartó intentar un contacto directo —vía llamada telefónica, sin imagen— con Carles Puigdemont.

"Estamos en plena negociación", respondía el líder socialista en una conversación informal con periodistas. Y repetía ante su insistencia: "Estoy en plena negociación". Los acuerdos se conocerán cuando se alcancen y hasta entonces "discreción" y prudencia para no incomodar a ningún actor político imprescindible.

Así, defendió que él se está reuniendo "con los grupos parlamentarios" pero, en un claro guiño a Puigdemont—fugado de la justicia española desde 2017— no cerró las puertas a una llamada entre ambos durante unas negociaciones que afrontan este viernes un nuevo capítulo. Sánchez cerrará su primera ronda de contactos para la investidura con la formación independentista, decisiva para que logre revalidar la coalición de gobierno, en una reunión en el Congreso con Miriam Nogueras, portavoz de Junts en el Parlamento.

El presidente socialista sí llamó esta semana a Oriol Junqueras, líder de ERC, para negociar con él el apoyo de su partido a la investidura complementariamente a su encuentro con Gabriel Rufián. Según Sánchez, una llamada "coherente" con los cinco años de colaboración política entre el PSOE y Esquerra. Y en este sentido, ha reconocido que esta vez las negociaciones son más "complejas" que en 2019, cuando no necesitó el apoyo de Junts, pero que avanzan en la buena dirección.

Un extremo que también verbalizan Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, y María Jesus Montero, ministra de Hacienda. Ambos, dentro del núcleo duro negociador del PSOE, señalaron este jueves a los periodistas la dificultad de las negociaciones, subrayando que las relaciones con ERC están más normalizadas y son más fluidas que con Junts. Con todo, Sánchez no ha querido negarle la posibilidad de una llamada a Puigdemont, el otro mandamás del independentismo catalán.

Consultará a la militancia

Entrando en materia sobre el contenido, y sin la fecha para el debate de su investidura fijada, Sánchez ha defendido que el acuerdo está "encaminado" y que explicará la posición de su partido sobre la amnistía cuando llegue el momento. Además, ha puesto sobre la mesa una consulta a la militancia sobre el acuerdo de gobierno al que lleguen. Eso sí, no ha concretado si preguntará a sus bases por la ley de amnistía o por el pacto programático con Sumar.

En cuanto a esto, otro guiño al independentismo. Sánchez ha subrayado que en este momento hay al menos cinco grupos en el Congreso —ERC, Junts, EH Bildu, Sumar y PNV, además del PSOE— que defienden una medida de gracia para los implicados en el 'procés' y que habrá una propuesta propia de los socialistas que será "constitucional". También se ha referido mínimamente al estudio jurídico presentado por la plataforma de Yolanda Díaz al que respeta, pero con el que pone distancias.

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