Pese a las lluvias abundantes de estos últimos días, la sequía todavía no ha terminado. Lo ha dicho el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes en una rueda de prensa este martes después de la reunión semanal del Govern, donde ha anunciado que se amplía el estado de emergencia por sequía en al pantano de Darnius Boadella. El embalse se encuentra al 17% de su capacidad y la medida afectará a los 12 municipios del Alt Empodrà que dependen de él, entre ellos Figueres y Roses.

Estos se suman a los 24 municipios que dependen del acuífero del Fluvià Muga (Alt Empordà) y del embalse de Riudecanyes (Baix Camp), también en estado de emergencia desde julio. Por tanto, ya son 36 las localidades catalanas que se encuentran en la fase más extrema de restricciones por sequía, y 149.000 los habitantes afectados por las restricciones (123.080 de Darnius Boadella, 24.399 del Fluvià Muga y 1.692 de Riudecanyes).

El objetivo de la medida es evitar problemas de abastecimiento. El pantano Darnius Boadella ya se encontraba en situación de excepcionalidad, pero a partir de la semana que viene pasará a una fase de emergencia, el escenario más grave de todos según el Pla de Sequera de la Generalitat. Así lo ha decidido la Comisió Interdepartamental de Sequera.

Los municipios que dependen del embalse de Darnius Boadella son: Cabanes, Cadaqués, Castelló d'Empúries, Figueres, Fortià, Llers, Riumors, Roses, Santa Alquila de Álguema, Vilamalla, Vila-sacra y el Far d'Empordà. De éstas, diez cumplen con las dotaciones fijadas en el Pla de Sequera, mientras que sólo dos superan los límites fijados dentro del escenario de excepcionalidad que ha estado vigente estos últimos meses. Son Llers (511 litros por habitante y día) y Santa Llogaia de Àlguema (689).

La Generalitat también ha decidido declarar el estado de excepcionalidad en el acuífero Carme-Capellades (Anoia) y en estado de alerta el acuífero del Baix Ter (Baix Empordà), que estaba en situación de normalidad.

Límite de 200 litros por persona al día

Con la entrada en vigor del estado de emergencia por sequía, se fija una dotación global de agua de 200 litros por habitante y día de media por municipio. También se suprime el riego agrícola –se podrá autorizar sólo el riego de supervivencia de cultivos–, reducir un 25% los consumos de agua de las industrias y también el consumo de agua para usos recreativos.

Se prohíbe el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes (públicos y privados), la prohibición total del llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales, piscinas de agua dulce y la prohibición de limpiar cualquiera vehículo, salvo en establecimientos de limpieza específicos.

Además, las administraciones locales, a través de sus planes de emergencia, pueden establecer limitaciones/prohibiciones adicionales en el uso del agua en instalaciones deportivas, públicas/privadas y en espacios lúdicos.

Ayudas por valor de 40 millones

La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha resuelto esta semana una nueva línea de ayudas de 40 millones para mejorar las conexiones de aquellos municipios que tienen problemas de suministro o que dependen de "captaciones vulnerables". Esta subvención, que hasta ahora era de 15 millones, se ha incrementado debido al alud de solicitudes de los ayuntamientos, 209 en total.

Entre las actuaciones que se contemplan están pretratamientos de aguas –filtraciones y decantaciones–, mejoras de eficiencia en las infraestructuras de almacenaje, adecuación de embalses o mejora del rendimiento de pozos.