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El Gobierno aprueba la contratación de 700 temporeros colombianos para el campo en Lleida y Balears

España amplía sus programas de migración circular para tareas agrarias y prevé que el nuevo contingente llegue a principios de verano. Los contratos serán fijos discontinuos en aplicación de la reforma laboral.

Un temporero en la campaña de recogida del melocotón en Alcarrás (Lleida).
Un temporero en la campaña de recogida de la nectarina en Alcarrás (Lleida). Ramon Gabriel / EFE

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha puesto en marcha un nuevo programa de migración circular con el que llegarán al país unos 700 trabajadores colombianos contratados en origen, según ha confirmado a Público la Secretaría de Estado de Migraciones.

Se trata de un nuevo contingente de mano de obra migrante para el sector agrícola de Lleida y Balears y su llegada se espera para principios de verano. El proceso de selección ya se está llevando a cabo, según ha anunciado la Agencia Pública de Empleo de Colombia (SENA), y está regulado por la orden ministerial para la gestión colectiva de contrataciones en origen (Orden GECCO) de 2023.

España mantiene acuerdos con Colombia en materia de regulación y ordenación de flujos migratorios desde 2001, pero este es el primer programa específico de contratación de nacionales colombianos con cierta envergadura desde que se puso en marcha el modelo de migración circular en España.

Los puestos ofertados son los de peón agrícola, trabajador agrícola recolector y trabajador agrícola de cultivos mixtos. Todos a jornada completa (40 horas semanales) y por el salario mínimo, según fuentes de Migraciones, que hacen hincapié en las mejoras que introducidas por las las últimas reformas en material laboral y de extranjería

El Ministerio de José Luis Escrivá ha ido dando pasos para ampliar el modelo de migración circular de contratación en origen esta legislatura a pesar de los dos largos años en los que la pandemia dificultó la movilidad internacional. Según el departamento, este modelo, nutrido sobre todo por trabajadoras marroquíes, es "uno de los ejemplos más consolidados y de éxito reconocido a nivel europeo" en cuanto a la migración ordenada, regular y segura, ya que obliga a los trabajadores a volver a su país al acabar cada campaña.

Sin embargo, 21 años después de la primera experiencia de contratación en origen de mujeres marroquíes para la recogida de la fresa en Huelva, han sido muy frecuentes las denuncias de explotación, fraude, abusos laborales y sexuales en el campo onubense.

Incluso Naciones Unidas ha levantado la voz por las condiciones de los trabajadores migrantes en la provincia andaluza y algunas cadenas de supermercados de Dinamarca han decidido dejar de vender fresas producidas por varias empresas onubenses por las malas condiciones de sus trabajadoras. En cualquier caso, la vigilancia de las condiciones compete al Ministerio de Trabajo, en concreto, a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, con dificultades de personal. No obstante, la nueva reforma laboral contempla sanciones mucha más duras para las empresas en las que se detecten irregularidades.

Previstas más de 17.000 contrataciones en origen

Desde hace dos años, a las habituales temporeras marroquíes de la fresa se han sumado pequeñas experiencias piloto con países americanos como Ecuador y Honduras. Para esta campaña se prevé la llegada de casi 16.000 trabajadoras marroquíes, cifras anteriores a la pandemia. Todas van destinadas a la campaña de Huelva, salvo un millar previstas para Albacete y Segovia como experiencia piloto.

Con estos 700 nuevos puestos cubiertos por personas colombianas, serán más de 17.000 trabajadores extranjeros en España bajo el modelo de contratación en origen, con más derechos y mejoras tras la reforma laboral, la subida del salario mínimo y los últimos cambios en el reglamento de Extranjería.

La principal diferencia para los nuevos contingentes son los contratos, todos indefinidos en la modalidad de fijos discontinuos, en lugar de los eventuales de unos seis meses que se firmaban hasta ahora. Esto permite acumular antigüedad a los trabajadores, les garantiza el empleo en la misma empresa las siguientes temporadas y aumenta su indemnización en caso de extinción contractual.

Al mismo tiempo, el nuevo reglamento de Extranjería conlleva permisos de residencia y trabajo de cuatro años de duración en los que el empleado puede trabajar durante un máximo de nueve meses al año en el mismo sector (en la agricultura en este caso) para diferentes empresas.

El requisito más importante para mantener este permiso es que el trabajador cumpla el compromiso de regresar a su país cuando acabe la campaña. Además, cumplidos esos cuatro años iniciales, puede solicitar una autorización inicial de residencia y trabajo de dos años que podrá prorrogar, siempre que tenga un contrato laboral que se ajuste a los requisitos.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 1.080 euros también repercute positivamente en este nuevo programa, ya que los convenios del sector agrario tanto en Catalunya como el Balears están desactualizados.

Este modelo de contratación y el impulso que Escrivá trata de imprimir a la política migratoria en el plano laboral no convencen a los sindicatos, que se opusieron a la última reforma del Extranjería. Consideran que el problema no es que falte mano de obra que haya que traer de fuera, dada la tasa de paro de España, sino que son los bajos salarios, tanto en el sector agrario como en otros, los culpables de que no haya puestos sin cubrir.

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