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La inmunoterapia quintuplica la supervivencia en tumores que antes eran letales

Cánceres de alta incidencia entre la población, como melanomas y tumores de pulmón, riñón, vejiga, estómago y esófago, dan un salto en su pronóstico con nuevos tratamientos que, poco a poco, incluye la Sanidad Pública.

Fachada de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a 13 de septiembre de 2023, en Madrid (España).
Fachada de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a 13 de septiembre de 2023, en Madrid (España). Eduardo Parra / Europa Press

"Hace quince años, el cáncer de pulmón avanzado se trataba con quimioterapia, con una supervivencia de menos de un año. Ahora, gracias a la inmunoterapia, los pacientes sobreviven a los cinco años", asegura el doctor Bartolomeu Massuti, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Doctor Balmis de Alacant.

En la presentación de las nuevas indicaciones del fármaco inmunoterapéutico nivolumab, incluidas en la Sanidad Pública desde agosto de este año, Massuti afirmaba que, además, "reduce la necesidad de emplear quimio, lo que implica menos efectos secundarios que empeorarían la calidad de vida de la persona".

Nos referimos a un tratamiento que empezó a emplearse contra el cáncer hace poco más de una década y funciona imitando los principios del propio sistema inmune del paciente para identificar y destruir las células malignas. "En muchos casos, las células tumorales se enmascaran y engañan al sistema inmune para que no las pueda detectar", explica a Público José Cabrera, director médico de Bristol Myers Squibb, compañía que ha desarrollado el nivolumab.

Aquí es donde entra en juego la inmunoterapia, "con fármacos dirigidos a desenmascarar ese tumor para que el sistema inmune pueda reconocerlo y destruirlo por sí mismo o en combinación con quimioterapia". Por una parte, aumenta la supervivencia y baja el riesgo de recaídas, por otra, su toxicidad es mucho más baja que la de los tratamientos convencionales.

Es, además, un campo en el que, en los últimos años, la ciencia no deja de investigar y avanzar. "Cada vez tendrá más aplicaciones nuevas que ayudarán a corregir los errores en la respuesta del sistema inmune humano y podrá aplicarse en combinación con distintas terapias que refuercen su acción", señala por su parte el oncólogo Fernando Rivera, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander.

Las cifras hablan por sí mismas y son un buen ejemplo de lo que está consiguiendo la medicina de precisión para combatir tumores tan letales como el de pulmón escamoso, uno de los mayores problemas sanitarios de nuestro país. "Es la causa más frecuente de cáncer en España, donde se ha cobrado medio millón de muertes en los últimos treinta años", nos dice Massuti.

Nuevas coberturas por la Sanidad Pública

Según recalca este oncólogo, "la inmunoterapia ha cambiado las expectativas con estos pacientes, ya sea con la enfermedad avanzada o en sus estadios iniciales". Otro tipo de tumor que puede mejorar su pronóstico gracias a este tratamiento recién incluido en los hospitales públicos es el mesotelioma pleural maligno, provocado por la exposición al asbesto.

También, el cáncer de vejiga o urotelial, una de las enfermedades más frecuentes en Europa y el sexto tumor más prevalente en España. "A pesar de que provoca una alta mortalidad y se diagnostican 20.000 pacientes nuevos al año en nuestro país, tiene muy poca visibilidad", alerta la doctora Begoña Pérez-Valderrama, oncóloga en la Unidad de Tumores Urológicas y Ginecológicos del Hospital Universitario Virgen del Rocío en Sevilla.

Un freno para las recaídas

"Siempre se trató con quimioterapia y cirugía, pero la supervivencia era muy baja porque un 50% de los pacientes recaía. Además es un cáncer muy agresivo, que provoca metástasis muy rápido", nos explica esta experta. La buena noticia es que "la inmunoterapia permite reducir en un 48% las recaídas y las muertes de pacientes".

Los mismos beneficios se han observado en el abordaje del cáncer esofagogástrico, que acaba con 6.700 vidas al año en España y tiene una supervivencia a los cinco años de solo un 15%, según nos informa el oncólogo Fernando Rivera.

En este terreno, "en la mitad de los pacientes se podía hacer cirugía, más quimioterapia y radioterapia. De ellos, el 70% recaía. De los que recaían, casi todos morían", indica. Sin embargo, Rivera asegura que "con la inmunoterapia, esto ha cambiado. Solo el 43% recae". "Pero tenemos que seguir investigando, hasta reducirlo a un 0%", añade.

Asimismo, según este médico, en el caso del cáncer gástrico avanzado, la supervivencia a largo plazo sube de un 0% solo con quimioterapia a un 10% con inmunoterapia, mientras que con el de esófago resecable la mejora pasa de un 30% a un 43%.

Casi 50.000 pacientes al año podrían beneficiarse de las nuevas indicaciones para tratar estos tumores con inmunoterapia, que acaba de incluir la sanidad pública en su última Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos.

Aunque, como nos dice el doctor Rivera, "hemos tardado demasiado en incorporar este tratamiento a la Seguridad Social, porque hace mucho que se conocía su efectividad". El problema en el retardo en la financiación pública contrasta con la vanguardia de la investigación española.

"Somos un país líder en investigación en oncología, por detrás de EEUU y casi a la par que Israel. Pero estamos a la cola de Europa a la hora de que los pacientes tengan acceso real a estos avances", denuncia Rivera.

Por el momento, no será para todos

Por otra parte, que la inmunoterapia sea un tratamiento más en los hospitales públicos no significa que vaya a aplicarse a todos los enfermos. Por ejemplo, según las directrices de la Agencia Europea del Medicamento, el nivolumab está indicado para pacientes con determinado perfil.

"Caminamos hacia la medicina de precisión y la individualización de tratamientos, gracias al análisis genómico de los tumores", señala Massuti. En este sentido, el perfil genético del paciente será el que determine, en muchos casos, qué tratamiento va a recibir, en función del que se considera que tiene más probabilidades de éxito.

También se valoran otros factores a la hora de decidir si darle a un enfermo este fármaco tan puntero y eficaz (y caro). "Se tiene en cuenta el estado general de salud y las comorbilidades. Si la persona presenta una salud frágil ya de por sí, con una esperanza de vida de dos años, quedaría excluida", informa el doctor Rivera.

Por otra parte, son decisiones que vienen dadas a los médicos desde arriba, con limitaciones para la aplicación de ciertas curas. Por ejemplo, "en el cáncer de vejiga, este tratamiento está cubierto por la Seguridad Social solo para los pacientes que expresan la proteína PDLI, que son el 50% del total. Sin embargo, sabemos que la inmunoterapia beneficiaría a todos, al 100%, pero tenemos que ceñirnos a las indicaciones del Ministerio de Sanidad", reconoce la doctora Pérez-Valderrama.

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