El año 2021 marcó un récord de trasplantes de médula ósea en España. En el segundo año de la pandemia, se realizaron 3.610 trasplantes de progenitores hematopoyéticos TPH –o de células madre de la sangre– que se obtuvieron de médula ósea, sangre periférica y sangre de cordón umbilical (SCU), lo que supone un crecimiento del 7% con respecto a 2020.

De ellos, 2.156 procedían del propio paciente (trasplantes autólogos) y 1.454 de un donante (trasplantes alogénicos); este segundo tipo ha aumentado un 10% respecto a 2020, un 12% si se compara con 2019, antes del estallido de la covid, y de un 67% desde 2011.

Este éxito se enmarca dentro del Plan Nacional de Médula Ósea (PNMO) en el que se aúnan los esfuerzos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), las comunidades, sociedades Científicas, asociaciones de pacientes y la Fundación Internacional Josep Carreras, que gestiona el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo).

Los TPH de donante de médula no emparentado ha crecido un 29%, y es que la adaptación a la situación epidemiológica explica el motivo del aumento de trasplantes de un donante familiar en 2020 y su reducción un año después, ya que la logística de este tipo de intervenciones es menos compleja al no depender de la identificación de un donante a través del Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo).

Este registro experimentó el año pasado una subida del 28% de las solicitudes de donantes españoles; las donaciones efectivas de personas registradas en el Redmo han pasado de 34 a 276 en sólo una década.

Además, en 2021 se activaron 1.053 nuevas búsquedas de donante no emparentado para pacientes españoles y se localizaron 1.696 donantes compatibles para 863 pacientes, lo que supone casi dos donantes por paciente.

La mediana de búsqueda para encontrar uno compatible fue de 26 días y el 92 % de los donantes se han localizado antes de dos meses.