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La residencia incendiada en Madrid tenía las salidas de emergencia bloqueadas y deficiencias en el sistema de prevención

El informe de la Policía Municipal revela que la boca de incendios no tenía presión y la ausencia de señales lumínicas y acústicas en el pulsador de la alarma.

Varios agentes de la Policía Nacional en la Residencia Juan XXIII de Aravaca, donde se produjo el incendio, a 18 de febrero de 2024.
Varios agentes de la Policía Nacional en la Residencia Juan XXIII de Aravaca, donde se produjo el incendio, a 18 de febrero de 2024. Matias Chiofalo / Europa Press

La residencia Juan XXIII, del barrio madrileño de Aravaca, en la que tres mujeres murieron tras un incendio, presentaba numerosas deficiencias en el sistema de prevención de incendios, según un informe de la Policía Municipal al que ha tenido acceso la Cadena Ser.

A pesar de que el centro concertado con la Comunidad de Madrid había pasado dos inspecciones en abril y agosto del pasado año, tenía las salidas de emergencia bloqueadas y los sistemas contra el fuego no funcionaban. 

El acta policial recoge que la boca de incendios situada en el pasillo principal de la primera planta "perdía toda la presión". "Al accionarla, a los pocos segundos la manguera perdió toda la presión, dejando de expulsar agua", narra. 

Los bomberos certificaron que la falta de presión se debía a que la bomba de la boca de incendios carecía de corriente eléctrica al estar conectada al cuadro general del edificio, afectado por el incendio, y no a uno independiente.

El documento recoge también que la escalera que daba acceso a una de las salidas de emergencias de la segunda planta a la primera se encontraba bloqueada. También otra puerta del primer piso.

Otra de las deficiencias detectadas fue la ausencia de luces de emergencia en ninguna de las estancias y la falta de una señal luminosa o acústica en el pulsador de la alarma de incendios, elementos que dificultan las labores de evacuación.

Los agentes tuvieron que acceder por la terraza, forzando la persiana y la ventana corredera a la habitación en la que se originó el incendio, donde había dos personas. Una de ellas se encontraba ya fallecida. 

"Como digo, en las inspecciones que se produjeron el pasado mes de agosto y el pasado mes de abril, los certificados de los dispositivos antiincendios estaban correctamente", aseguró este lunes la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila, quien ha apuntado que, no obstante, desde la inspección "se está requiriendo documentación adicional" para conocer "todas las situaciones". 

Un fallo eléctrico provocado por el mal funcionamiento de un cargador de un móvil o de un calentador es la principal hipótesis del origen del incendio. Aunque la Policía Nacional no descarta otras hipótesis y recabarán también los informes de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y, si es necesario, realizarán una reconstrucción de los hechos, han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.

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