Público
Público

‘Camera Café’ se pone la bata blanca

Los actores se convierten en sanitarios en la serie ‘¡Fibrilando!'

REBECA FERNÁNDEZ

Un enfermo necesita acudir a la clínica privada que tiene contratada gracias a un seguro médico. Abre el portal del edificio, coge el ascensor y sube hasta el piso 17. Allí encuentra una oficina, cuyos empleados se arremolinan en torno a una máquina de café, así que decide descender hasta la séptima planta, donde se ubica realmente la clínica, pero allí se topa con los mismos oficinistas con pocas ganas de currar, pero con bata blanca y fonendoscopio. El pobre enfermo cree que su estado febril le está volviendo loco, pero no es así. La mente de los creadores de Camera Café ha hecho posible que esos personajes se dupliquen y mantengan incluso los mismos nombres.

Antúnez -ahora doctor y director de la clínica- y los suyos protagonizan la serie ¡Fibrilando!, 'un Camera Café con una vuelta de tuerca, donde el humor da un giro', explicó ayer el director de esta ficción, Luis Guridi, quien resaltó que no se trata de una parodia de Hospital Central o House, ni una crítica al sistema sanitario.

En este sentido, Guridi afirmó que no se van a reír de la clase médica, sino 'de las personas que están debajo de las batas'.

Esta producción de Magnolia TV, que Telecinco estrena el domingo (21.45 horas), es el primer spin-in de la historia de la televisión, según Guridi, ya que en vez de hacer un spin-off [coger a un secundario de una serie para protagonizar una nueva producción], no se toca ni uno solo de los personajes y se crea 'un ambiente distinto para ellos'.

Además de este nuevo decorado hospitalario y de la sustitución de la caída del tradicional vasito de café por un tarrito de muestra de orina, esta ficción contará con un nuevo personaje. El dibujante, actor y músico Carlos Areces interpretará a José Luis Iparraguirre Lacalle,' un 'forense 'enchufado al que ha colocado directamente el dueño de la clínica. Según Areces, la directriz que recibió para dar vida a este 'ser oscuro con un poco de mal genio' fue pensar en 'un alto cargo de la Gestapo'.

Impregnado por el olor a cadáver, este médico será un 'espíritu libre', que no temerá ni a la mismísima doctora Victoria de la Vega, cirujana jefe de la clínica. Este personaje de gran carácter, interpretado por Ana Milán, ahora manda y se enfada 'un poco menos' que en la oficina de Camera Café.

'Supongo que me divertirá que se los carguen', reflexionó ayer esta actriz, que dejó claro lo que la doctora de la Vega opina de sus compañeros: 'Dios de mi vida, qué ascazo de gente. Me descojono de la pandilla de gentuza que curra en la clínica'.

 ¿Cómo lleva el cambio en el tipo de humor?

Al principio, con dificultad. Afrontar esas borracheras siendo médico... No me notaba tan suelto como con Quesada. Pero al final llegamos a la conclusión de que él puede ser cirujano, oficinista, taxista o presidente del Gobierno. Ahí está Silvio Berlusconi.

¿Qué diferencia a ‘¡Fibrilando!' de otras series de hospitales?

Básicamente, en que a nosotros no nos queda ni uno vivo. Tenemos que tomar café y que no nos venga una señora a decirnos que tiene prisa porque tiene una urgencia. Hay que ver el humor negro que tiene esta serie.

¿Se van a reír de la omnipresente gripe A?

Justamente ese tema es para reírse, con toda esta psicosis que se ha creado. A veces, el mejor medicamento para superar este mundo es la risa.

¿La evolución del formato se debe al desgaste de ‘Camera café'?

Creo que es más nuestra necesidad de recuperar la ilusión del principio. ¡Fibrilando! nos ha dado mucha vidilla y se contagiará al público.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias