Este artículo se publicó hace 12 años.
Al Asad mantiene a una amiga íntima en una universidad inglesa
Entre los mails de Siria descubiertos por Wikileaks hay unos 800 mensajes cariñosos de la traductora del presidente, que cursa un doctorado sobre Shakespeare en Durham
Carlos Enrique Bayo
Se llama Lamis Ismail Omar y está tan perdidamente enamorada del presidente sirio, Bashar al Asad, que le escribe: "Mi vida ya no me pertenece. Voluntariamente la dedico a todos los significados que encuentro en ti y en todos aquellos que son queridos por ti. Por favor, deja que siga demostrándotelo".
Más de 800 correos electrónicos internos del Gobierno de Siria (entre los casi 2,5 millones descubiertos por Wikileaks y que Público.es difunde en exclusiva mundial en castellano) corresponden a la cariñosa relación epistolar que mantiene con él la mujer que fuera la traductora al inglés de sus discursos, trabajando en el Ministerio de Asuntos Presidenciales, y a la que ahora mantiene cursando un doctorado sobre Shakespeare en la prestigiosa Universidad de Durham, al norte de Inglaterra, la tercera más antigua de ese país.
"No sé si es el momento o lugar adecuado para formular esta consulta", escribe Lamis en uno de los correos que dirige a sam@alshahba.com y que sin duda pertenece al propio dictador sirio, en enero de 2011. "Se trata del más cordial recordatorio de tu previa iniciativa generosa de ofrecerme un bonus anual de una determinada cantidad de dinero. El año pasado, mi familia y mi situación personal, pudieron desarrollar una gran mejoría debido a tu inolvidable e ilimitada bondad. Me preguntaba si eso fue algo de una sola vez o si yo podría seguir disfrutando de ese mismo beneficio, al albur de tu generosidad y tal como consideres apropiado..."
Queda claro en ese mensaje, enviado de madrugada y que termina con una cita de Aristóteles, que la protegida de Al Asad ha recibido cantidades importantes de dinero del presidente y que no cuenta con recurso propios para pagarse el carísimo doctorado en Durham, considerada en Inglaterra sólo por detrás de Oxford y Cambridge. Según The Mail on Sunday, Omar recibirá su título en septiembre y sus compañeros vieron que el salón de su apartamento en el campus universitario estaba presidido por un retrato del dictador sirio.
"Eres mi patrocinador y mi inspiración en cada paso de este difícil camino", le había dicho ella a su padrino en otro mensaje casi un año antes, en el que le detalla sus progresos académicos y se disculpa por alargarse en sus explicaciones: "(...) en mi deseo por sincerarme contigo y para ti, ya que tu haces que mis sueños se conviertan en realidad", escribe la treintañera Lamis.
En los e-mails que ella le envía queda claro que mantienen una estrechísima amistad. Ella le expresa su amor y admiración repetidamente y él la cubre de presentes. En una ocasión (agosto de 2010) ella le agradece algún regalo de cumpleaños que Al Asad ha enviado a su hijo: "Este es el más preciado deseo de cumpleaños que mi hijo podría jamás recibir. Las palabras no pueden expresar mi gratitud".
Otro correo (abril de 2010) revela que el presidente sirio ha intercedido para conseguir un tratamiento médico especial a la madre de su amiga íntima, después de que Lamis le informase: "Mi madre está padeciendo hipertensión crónica (...) los médicos han decidido que necesita un cateter urgentemente". Al Asad le responde con un escueto: "Si necesitas cualquier tipo de ayuda para tu madre, házmelo saber", y ella le responde agradeciéndole su interés y pidiéndole que intervenga para que le consiga una plaza en el Hospital Uni".
También Lamis envía a veces regalos al presidente sirio, y unas dos semanas después de esa gestión hospitalaria le anuncia que va a enviarle un volumen de relatos sobre la herencia cultural de Siria que ha comprado en "la Feria del Libro del pasado sábado". No es más que un modesto gesto de agradecimiento "por los montones de generosos regalos" que ella dice haber recibido ya de Al Asad.
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