Este artículo se publicó hace 15 años.
Andrés Trapiello cuestiona los límites del incesto en "Los confines"
El escritor leonés Andrés Trapiello vuelve a la novela con "Los confines", donde aborda una historia de amor que cuestiona los límites del incesto, "un tabú que está presente en todas las culturas", ha explicado hoy el escritor en la presentación de su libro, que saldrá a la venta mañana.
"No es una novela sobre el incesto, es sobre el amor en unas condiciones de extrema dificultad, sobre dos personas que sufren las consecuencias del tabú pero que no son víctimas del incesto", ha matizado Trapiello al insistir en que no quiere "discutir sobre el incesto ni de cómo se tiene que articular en la sociedad moderna".
Y es que "Los confines" (Destino) transcurre en el siglo XXI, entre 2004 y 2006, con lo que el autor ha querido reflexionar sobre "cosas que ha transmitido la cultura y que no se han cuestionado nunca", y con el deseo de que sea leída "con ojos limpios" y sin prejuicios.
"No es una novela de sexo donde lo importante es la relación morbosa, ni una apología sobre el incesto", ha afirmado Trapiello, convencido de que "la podría leer un niño de quince años".
Claudia, la narradora y protagonista de la historia, cuenta en "Los Confines" la decisión de vivir una relación amorosa sin culpa y sin remordimiento, enfrentándose a la desaprobación y a la hostilidad.
La protagonista se niega a ser un personaje de ficción, "no quiere ser una heroína del siglo XIX que acaba muerta", ha explicado su creador, quien ha citado a autores como Tolstoi o Flaubert que hicieron pagar a sus personajes femeninos "el pecado del adulterio".
Aunque confiesa que la idea del libro surgió de un caso real que ocurrió a una pareja de la aristocracia madrileña -y que, al contrario que los personajes, desconocía en un principio que eran hermanos-, el autor asegura que la novela es pura ficción.
El escritor de "Al morir Don Quijote" matiza que hay "muchos tipos de incesto" y que, en el caso de "Los confines", es una relación de igualdad, limpia y leal. En ese caso, afirma el autor, "en el que se dan las circunstancias de dos personas libres, hay que respetarlo".
Trapiello se pregunta "cómo la sociedad puede ser tolerante con la pederastia y enfrentarse a dos seres adultos que se aman", como sus personajes, que "hacen que surja la vida en un momento hostil", y a los que define como adultos inteligentes, "de carácter y no de destino".
Las ideas centrales de la novela, en la que uno de los personajes llega a renunciar a un matrimonio feliz para construir su propio destino, es, según el escritor, que a un "amor absoluto se corresponde un ejercicio de libertad absoluto" y que los únicos límites son el respeto al otro.
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