El consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodoldo Ares, ha expresado hoy el compromiso "solemne" de su Ejecutivo de hacer todo lo que esté en su mano para evitar que los radicales regresen a "las instituciones y la política" si no logran que ETA desaparezca o se desmarcan de forma "clara e inequívoca" de la banda terrorista.

Así se ha expresado Ares en el homenaje celebrado hoy en el Ayuntamiento de Ermua (Vizcaya) al edil del PP de esta localidad Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace trece años.

El consejero de Interior ha asegurado a los partidos que apuestan por la unidad de acción con la izquierda abertzale ilegalizada que para lograr que los radicales vuelvan a la política, éstos deben desmarcarse de ETA.

Ha recordado que la banda terrorista "no ha desaparecido", ha reprochado que algunas formaciones políticas vascas actúan como si esto hubiera ocurrido y ha tachado de "actitud inmoral" que haya partidos a la espera de que los terroristas cometan un asesinato para exigir a la izquierda abertzale que se desmarque de forma definitiva de ETA.

En un acto al que han acudido, entre otros, el presidente del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti; el eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz, la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, y los padres y la hermana de Miguel Angel Blanco, Ares ha explicado que aunque ETA no haya atentado desde hace varios meses, sigue habiendo "violencia terrorista en Euskadi", con la existencia de "amenazados, extorsionados" y gente en el "punto de mira".

El máximo representante de la consejería de Interior ha insistido en la necesidad de "ser exigentes" con la izquierda abertzale: "No somos nosotros, los demócratas, quienes tenemos que rebajar las exigencias. Son ellos (por la izquierda abertzale) los que tienen que elevar su listón democrático y comportarse como demócratas si quieren hacer política".

Ares ha reiterado que, aunque ETA está "más débil que nunca", "no estamos en el post-ETA", y ha emplazado a "trabajar todos juntos" para acabar con la banda terrorista.

En un acto en el que ha sido descubierto un busto en memoria de Miguel Angel Blanco, el consejero ha asegurado que este tipo de homenajes son necesarios para mantener vivo el recuerdo de las víctimas y como "garantía fundamental para defender el sistema democrático y las instituciones".

Ante representantes de distintas agrupaciones de víctimas del terrorismo y colectivos cívicos, entre ellas la AVT y la Asociación Catalana de Víctimas o el Foro de Ermua, Ares ha asegurado que el Gobierno vasco continuará con su "política de firmeza democrática y tolerancia cero" con quienes apoyan la violencia terrorista".

Por su parte, Mari Mar Blanco ha agradecido el "cariño y solidaridad" encontrado por su familia en el pueblo de Ermua, al protagonizar tras el asesinato de Blanco la "mejor y mayor protesta ciudadana de Euskadi contra ETA", que derivó en el Espíritu de Ermua, una unidad social y política contra la banda que más tarde dio lugar al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.

La presidenta de la Fundación Miguel Angel Blanco ha manifestado que los acontecimientos políticos y sociales que siguieron al asesinato de su hermano "han fructificado por fin" en el cambio político que hoy se vive en Euskadi.

Basagoiti ha destacado que la rebelión ciudadana surgida tras el asesinato de Blanco "nos enseñó el camino de ser implacable y no callar ante ETA".

El alcalde de Ermua, el socialista Carlos Totorika, ha pedido a los ayuntamientos que sean "implacables" contra la banda terrorista y su entorno y no permitan la exhibición de fotografías u otros símbolos de apoyo a la banda terrorista.