Este artículo se publicó hace 13 años.
Badenes que diferencian a conductores responsables
Reducir la velocidad sin golpe y porrazo.
Los inventos están para mejorar la calidad de vida, pero también para que no paguen justos por pecadores. Esto es lo que intenta el badén inteligente.
Este invento premia a los conductores que respetan los límites de velocidad. Aquellos que conduzcan de forma responsable notarán que, al pasar por uno de esos badenes, apenas se percatarán de su presencia. Pero, sin embargo, para los conductores que superen los límites de velocidad establecidos, el badén se endurecerá y provocará el efecto deseado: reducir la velocidad a aquellos que se excedan del nivel permitido.
La patente de este badén de velocidad está en 40 países de todo el mundo
El efecto se consigue mediante un material no-newtoniano. Si se actúa o presiona sobre este elemento a una velocidad lenta, este se mantiene en un estado líquido. Si, por el contrario, se ejerce una fuerza mucho mayor o una velocidad superior a un determinado nivel, los elementos que componen el material se aglutinan rápidamente convirtiéndolo en una sustancia rígida y sólida.La idea es de un electricista de profesión, inquieto ante incomodidades, e inventor. Este es el retrato de José Antonio Aguilera, un malagueño que desde los 13 años ya apuntaba maneras con la creación de varios productos muy útiles.La idea de diseñar el Badén Inteligente de Seguridad (BIV) le surgió a este profesional cuando trabajaba como transportista de electrodomésticos. “Plagaron las calles de mi pueblo con badenes tradicionales y lo que transportaba sufría muchísimo”.
Esta situación es la que hizo encender la chispa de la ocurrencia. Para poder sacar su idea adelante fue consiguiendo apoyos hasta llegar a fabricantes, transportistas, químicos, ingenieros y físicos. Además, vendió participaciones de hasta un 5% del capital de la empresa para poder financiar el proyecto y, de esta forma, llegó a los 15 socios actuales. Junto a ellos, Aguilera fundó en 2009 Badennova, que ahora dirige. Universidades como la Politécnica de Madrid, la de Barcelona y la de Málaga, así como catedráticos y profesores, empresarios de diversos sectores y técnicos colaboran en distintos procesos de producción. La empresa cuenta con un capital social de 2,2 millones de euros.
Badennova ha sido galardonada con premios nacionales e internacionales
Aguilera no tiene carrera universitaria pero “lo pregunto todo e intento aprender de todo el mundo y de cualquier cosa”, dice. Procedente de una familia humilde, las circunstancias le obligaron a trabajar desde joven. En su formación consta un módulo de formación profesional de electricidad y estos conocimientos le permitieron convertirse finalmente en autónomo. Dejó el trabajo que tenía para dedicarse en exclusiva a crear y patentar los productos que idea.El próximo objetivo de Badennova, en el que ya está trabajando su equipo, es buscar una solución para superar las altas temperaturas de países que superan con creces tanto en positivo como en negativo los 40 grados. El inconveniente es que, en temperaturas extremas, la viscosidad del líquido puede variar y no provocar el efecto deseado. Por ello, en un principio el producto está pensado para lugares cerrados, como aparcamientos de hospitales, centros comerciales, universidades, etc.
La patente de Badennova ha obtenido el premio de Seguridad Vial en la categoría de Innovación Tecnológica y el Premio a la Innovación de Inter-traffic 2010. Este galardón se falla a a nivel internacional y a la empresa le ha permitido alcanzar acuerdos comerciales con Taiwán, Bélgica, Eslovenia, India, Suráfrica y Emiratos Árabes.Este reductor de velocidad que se ha introducido en España ya está patentado en 40 países de todo el mundo, entre ellos China, Japón, México y Brasil.Aguilera no tiene ningún problema en afirmar que el badén inteligente es más caro que el tradicional, “pero damos mucha calidad y no requiere de obra en la calzada”, explica. “Además, duran más y los vehículos no se resentirán, siempre y cuando se conduzca a la velocidad que se indica”, añade.
El badén inteligente todavía no se puede ver instalado en ninguna calzada, ni privada ni pública, ya que aún hay que conocer los resultados de las últimas pruebas. “Pensamos que no va a haber ningún problema para que a final de año estemos comercializando el badén”, pronostica con firmeza el inventor. Por ello, todavía no hay un precio fijado por la instalación por unidad. “Hay que esperar a los resultados para fijar los precios”, señala.No es el primer producto que ha inventado Aguilera. Ya han tenido éxito sus almohadillas neumáticas con válvulas para los costaleros que portan imágenes religiosas en las procesiones de Semana Santa. La finalidad es neutralizar la diferencia de estatura entre los porteadores. También ha creado una piscina térmica con un sistema para calentar el agua con energía solar mediante unas placas instaladas en el bordillo y que, además, pueden amortiguar golpes.
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