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La banca canjea 20.000 millones de deuda por pisos

Salvaron así a muchos promotores, pero ya han cerrado el grifo

VIRGINIA ZAFRA

El principal problema de las entidades financieras de todo el mundo ha sido la compra de hipotecas basura y sus derivados. Lo que está arrastrando a las españolas es el desplome del ladrillo y la morosidad de los hogares que se han quedado en paro y no pueden pagar su hipoteca.

Para intentar paliar este cáncer y que no acabe con ellos, bancos y cajas se han quedado en los últimos meses con miles de inmuebles de promotoras y hasta han creado sociedades en común para quedarse con parte de su capital de forma camuflada. De esa forma, dan a las compañías a las que ven cierto futuro los fondos suficientes para que sigan subsistiendo, y con ellas las industrias auxiliares.

Según fuentes del sector financiero, hasta el momento han canjeado por suelo y viviendas créditos por importe de 20.000 millones de euros. A eso hay que añadir una cuantía imprecisa, aunque elevada, de deudas intercambiadas por acciones de sociedades que les dan igualmente la propiedad de cientos de inmuebles.

Ya no quieren más ladrillos

Las entidades más activas en esta política de compras, como Santander y Popular, han dicho ya que no van a seguir adquiriendo activos porque a las promotoras que había que salvar ya las han salvado. Lo que se procura ahora es vender esos inmuebles. Unos tienen más prisa que otros pero casi ninguno tiene éxito en el intento.

Estas operaciones, en todo caso, no han evitado que los impagos de los promotores y los constructores con la banca superen ya los 25.300 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España. La cartera total de créditos con ambos grupos asciende a 441.000 millones de euros y en el sector se cuenta con que una parte importante acabarán siendo pérdidas, especialmente concentradas en algunos bancos y cajas.

La diferencia entre unas entidades y otras es cada vez más amplia y deja patente que, en un mismo escenario económico, algunas pueden tener serios problemas. De forma general, los bancos tienen una tasa de morosidad con promotores del 4,94%, mientras que la de las cajas asciende al 7,02%.

Esta situación, que en algunos casos puede llegar a ser dramática, obliga a reestructurar todo el sector financiero, y lo primero y más necesario es reducir costes. El Banco de España se lo recuerda siempre que le dan oportunidad.

Siguiendo la expansión del mercado inmobiliario, los bancos y, sobre todo, las cajas han expandido de forma desorbitada su red de sucursales en los últimos años. En cinco años, han abierto 5.600 oficinas y ya cuentan con 40.565 establecimientos.

Los estudios que maneja el sector financiero aseguran que un 35% de estas oficinas tienen que cerrar porque están suponiendo un lastre de costes demasiado importante. Casi todas las entidades (salvo Santander y Caja Madrid) ya han empezado a reducir su red o han anunciado que lo harán, pero no es previsible que el recorte sea tan grande como se recomienda.

La necesidad de gastar menos está reñida con el miedo a perder cuota de mercado. Lo que previsiblemente ayudará a ajustar la red serán las fusiones que se avecinan, muchas de ellas dirigidas desde el Banco de España con el objetivo de sacar a alguna entidad del atolladero. De momento, nadie se atreve a reconocer que los cierres conllevarán recortes amplios de plantilla.

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