Este artículo se publicó hace 13 años.
Basilea se viste de arte para la feria internacional más famosa en su clase
Basilea, la histórica ciudad suiza a orillas del Rin, acoge desde hoy y hasta el domingo la feria internacional de arte más famosa del mundo, que acompañan importantes exposiciones en los museos de la ciudad dedicadas a artistas como Konrad Witz, Brancusi, Richard Serra o Francis Alÿs.
Mas de 300 galerías de 35 países de diferentes continentes exhiben obra de alrededor de 2.500 artistas, tanto los ya clásicos del siglo XX como los nombres que hoy parecen inevitables en el actual mercado del arte, como Jeff Koons, Damien Hirst, Daniel Richter, Peter Doig o George Condo, por citar solo a algunos.
Junto a ellos, en las galerías más prestigiosas o potentes es posible encontrar obras maestras de Léger, Morandi, Picasso, Juan Gris, Matisse, Picasso, Albers, Max Bill, Dubuffet, Emilio Vedova y muchos otros, en torno a las cuales se agolpan los miles de visitantes, en su mayoría coleccionistas, comisarios de exposiciones y todo tipo de VIPS, que tienen a su disposición estos días una flota de automóviles de una conocida marca alemana.
La procedencia de las galerías, selecionadas por un jurado internacional entre más de un millar que habían solicitado estar presentes, puede ser indicativa en cierto modo de la potencia del mercado del arte en los distintos países y, así, Estados Unidos figura en primer lugar, con 73, seguido de Alemania, con 50, y de Suiza, con 32, una más que el Reino Unido, por delante de Francia (23), Italia (20), España (7), como Japón, Brasil (4), México (2) y Argentina, con solo una.
Acaso la sección más espectacular de la feria sea la titulada en inglés Art Unlimited, donde se exhiben trabajos que, por sus grandes dimensiones, superan normalmente el marco de una galería, aunque esta vez hay en ellas desde videoproyecciones -entre ellos uno titulado "Disidencia", de la mexicana Minerva Cuevas, que ha documentado escenas de resistencia callejera en la capital de su país- hasta esculturas monumentales y todo tipo de instalaciones.
Entre los artistas que exhiben sus trabajos en esa sección figuran algunos tan conocidos como Daniel Buren, con una gran instalación en forma de recinto vallado con sus características franjas, en esta ocasión rojas y blancas; el escultor Anish Kapoor, con uno de sus trabajos en cera, o Robert Rauschenberg, que exhibe un gran collage con recortes de periódicos.
Están también Mario Merz, con una instalación consistente en ocho igloos formados por varillas de hierro que descansan en piedras y se juntan en la parte superior -de ahí su título de "Geometría concéntrica"-; Carl André con una de sus "esculturas" horizontales a base de pequenas planchas de acero, y James Turrell, que presenta uno de sus espacios bañados en luz.
Curiosamente parecen estar de moda otra vez los móviles, como los creados en su día por Calder, y de ellos cuelgan lo mismo planchas de cartón (el francés Étienne Chambaud) que ladrillos, discos de distinto tamaño o neumáticos de automóvil con zapatos incrustados en ellos (el danés Gardar Eide Einarsson).
Hay también una especie de calamar gigante aplastado sobre el suelo, de ceramica y metal, del peruano residente en Alemania David Zink Yi; una instalación de la pareja Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla consistente en una dorada balanza de la justicia en precario equilibrio sobre un montón informe de espuma sintética, y un tapiz de dimensiones gigantes del polaco Goshka Macuga que muestra un bosque donde aparecen personajes como el barón de la industria maderera T.B. Walker o como los artistas de vanguardia Marcel Duchamp y Joseph Beuys.
Por último está la sección Art Statements, que presenta a veintisiete jovenes artistas de catorce países, desde Brasil hasta China o la India, seleccionados de entre 300 solicitudes, y dos de los cuales han sido dos galardonados con el premio "Baloise": uno de ellos es el uruguayo Alejandro Cesarco, que trabajó en Nueva York, por un trabajo conceptual inspirado en las novelas de detectives.
Su obra y la del segundo galardonado, el británico Ben Rivers, han sido adquiridas por el Grupo Baloise para donarlas a dos museos europeos: la Kunsthalle de Hamburgo y el MUMOK (Museum Moderner Kunst Stiftung Ludwig), de Viena.
Por Joaquín Rabago
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