Este artículo se publicó hace 15 años.
Berlusconi: "Todo ha sido un milagro"
El primer ministro italiano se encuentra bien después de haber sido agredido este domingo en Milán
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se recupera bien de las lesiones que sufrió este domingo después de ser agredido en Milán pese a que se ha levantado con dolor de cabeza y molestias en las heridas de la cara. Según ha detallado el doctor Alberto Zangrillo, se nutre con dificultad.
'Il Cavaliere' presenta una lesión lacero-contusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, así como la rotura de dos dientes y una fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada. Según sus primeras impresiones ha sido un "milagro" que el golpe no le hiciera perder el ojo.
El primer ministro iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos han decidido mantenerle en observación. Mañana evaluarán de nuevo sus condiciones. "Las consecuencias (del golpe) son más graves de lo que habíamos pensado en un primer momento, por lo que no se espera el alta antes de 24 ó 36 horas", informó el doctor Alberto Zangrillo, jefe del departamento de Terapia Intensiva del hospital San Raffaele, de Milán, donde se encuentra hospitalizado.
Tras la agresión, Berlusconi fue llevado a un hospital milanés donde se le realizó un TAC y los médicos decidieron mantenerle bajo observación. Al 'premier' italiano se le ha pronosticado un tiempo de recuperación de 20 días.
El supuesto agresor, un hombre de 42 identificado como Massimo Tartaglia, fue inmediatamente detenido tras el suceso. Ha sido acusado formalmente de un delito de agresión con agravantes. El bolsillo llevada otras dos estatuillas como la que le sirvió para agredir a Berlusconi, un crucifijo y un spray picante.
ReflexiónEmilio Fede, director de informativos de Rete Quattro, pudo charlar con Berlusconi en el hospital. Según él, el primer ministro le dijo que "siente que todo ha sido un milagro, porque un centímetro más arriba y habría perdido el ojo. Naturalmente está dolorido, se le han suministrado analgésicos y no creo que se trate de una cosa de sólo 24 horas".
Berlusconi cree que podría haber perdido el ojo con el golpeBerlusconi está "preocupado porque existe una atmósfera de excesiva violencia. No está asustado, sino preocupado. Hago este trabajo desde hace cincuenta años, pero una cosa así, con un jefe de Gobierno objeto de una agresión, nunca la había visto", añadió Fede.
El director de informativos del canal de Berlusconi se refirió además a las palabras del líder del opositor partido Italia de los Valores, Antonio di Pietro, quien indicó poco después de la agresión que Berlusconi, con su comportamiento y con su actitud de no importarle nada, instiga la violencia.
Según Fede, las declaraciones de Di Pietro, que han generado mucha polémica, son un "acto de delincuencia que tendría que hacer reflexionar a todos aquellos, políticos y periodistas, que han hecho ciertas intervenciones" en los últimos días.
Una agresión "por odio"Los correligionarios de Berlusconi coincidieron hoy en que la agresión no es el gesto aislado de Massimo Tartaglia, un hombre de 42 años que sufre de problemas mentales y que fue quien le arrojó la estatuilla que le hirió, sino que se deriva de la creciente atmósfera de "odio" contra el primer ministro que se vive en el país.
"La responsabilidad de la vergonzosa y criminal agresión de Milán no puede ser atribuida sólo a quien ha atacado físicamente a Berlusconi. Las campañas de odio, la agresión periodística, el lenguaje descabellado (...). Podemos dar nombres, lugares y episodios que han preparado este gesto", según un comunicado de los senadores del Pueblo de la Libertad, partido del primer ministro.
Para el titular de Defensa, Ignazio La Russa, no se trata de un gesto aislado, "porque lo más grave es el clima de odio del que nace".
Según los conservadores, el principal causante de este "clima de odio", es el líder del partido opositor "Italia de los Valores" (IdV), el ex magistrado Antonio Di Pietro, quien condenó la agresión, pero añadió que Berlusconi con su comportamiento y con su actitud "instiga la violencia".
Aunque todos los representantes de la oposición declararon su solidaridad a Berlusconi, también desataron la polémica las declaraciones de Rosy Bindi, presidenta del primer grupo opositor, el Partido Demócrata (PD), quien consideró que Berlusconi y su Gobierno deben "se tienen que sentir responsables" del supuesto clima de odio.
"Berlusconi es víctima del gesto aislado de una persona psicolóicamente frágil y es evidente que no existe algún instigador.
Si se quiere hacer una honesta reflexión sobre el clima político todos se tienen que sentir responsables, incluidos el presidente del Gobierno y su mayoría", dijo Bindi.
Para el ministro del Interior, Roberto Maroni, el "clima de intolerancia" que se vive en Italia ha sido una de las causas de la agresión a Berlusconi y señaló que "le podían haber matado".
Maroni también anunció que está estudiando medidas para bloquear los sitios de Internet que fomenten la violencia, en referencia a la creación de portales y grupos en redes sociales como Facebook que aplauden el gesto de Tartaglia.
Otra de los debates de hoy en el país es si hubo o no fallos en el dispositivo de seguridad del presidente del Gobierno, a pesar de las dificultades de gestionar los frecuentes baños de multitudes que protagoniza Berlusconi.
Maroni explicó que se estudiarán los posibles errores, pero añadió que "Berlusconi tiene todo el derecho de acercarse a sus seguidores, porque esto es la democracia y la política".
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