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Cautela ante el último fin de semana de campaña en EEUU

Reuters

Ya es casi demasiado tarde para una sorpresa en octubre. Pero el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain deberían tener cuidado en el último fin de semana.

Los días finales de las dos últimas carreras presidenciales contaron con giros inesperados que parecieron tener un impacto en el resultado, cambiando las lealtades de algunos votantes indecisos en unas elecciones que resultaron ser muy ajustadas.

En la cuenta atrás para la lucha presidencial entre Obama y McCain el martes, la posibilidad de que surja un acontecimiento que cambie las tornas y acabe con la ventaja de Obama en las encuestas nacionales mengua, pero no se ha desvanecido.

"El último fin de semana puede ser un momento extraño e insólito en una campaña electoral", dijo Steven Schier, analista político en Carleton College, Minnesota.

"Es cuando conectan los últimos votantes, los que no han estado prestando atención, y los últimos indecisos aclaran la mente. Pueden suceder cosas extrañas", manifestó.

En 2004, el líder de Al Qaeda Osama bin Laden se introdujo en la campaña el último viernes con una nueva cinta. El vídeo recordó a los votantes el riesgo persistente del terrorismo y los esfuerzos del presidente George W. Bush de mantener a salvo a Estados Unidos.

El demócrata John Kerry, que estaba enzarzado en una ajustada batalla con Bush en la mayoría de las encuestas, vio cómo la carrera por la Casa Blanca se le escapaba. Después dijo que la cinta borró sus esperanzas de victoria.

En 2000, la última sorpresa de la campaña surgió el jueves por la noche antes de la votación: Bush, entonces gobernador de Texas, había sido detenido en 1976 por conducir bajo los efectos del alcohol y no había revelado públicamente este dato.

Los asesores de campaña de Bush alegaron que esa revelación tardía le costó la ligera ventaja que llevaba en las encuestas de opinión sobre el demócrata Al Gore. Bush perdió por un escaso margen el voto popular, pero ganó las elecciones en el Colegio Electoral, obteniendo la presidencia tras un disputado recuento en Florida.

IMPULSO PARA GORE

"Gore claramente ganó terreno en los últimos días de campaña por la historia de que Bush condujo ebrio", dijo el encuestador John Zogby.

De momento, ningún rayo ha aparecido en los últimos días de campaña para cumplir la tradición política estadounidense de "sorpresas en octubre", como el fracaso de las negociaciones sobre rehenes con Irán que le costó a Jimmy Carter la presidencia ante Ronald Reagan en 1980.

El fenómeno surgió en 1968, cuando el presidente Lyndon Johnson detuvo los bombardeos en el norte de Vietnam una semana antes de las elecciones de 1968. No fue suficiente para ayudar a su vicepresidente, Hubert Humphrey, a derrotar a Richard Nixon.

Pero la sorpresa de octubre este año sucedió en septiembre: la crisis económica y el rescate de Wall Street eliminó la ventaja de McCain en las encuestas de opinión y viró la carrera hacia Obama.

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