La actriz Demi Moore ha dejado Hollywood a un lado para protagonizar la comedia familiar "Happy Tears", en la que interpreta a una mujer que lucha por mantener a su familia mientras cuida a su padre senil.

Parker Posey interpreta a la ingenua y malcriada hermana de Moore, que no quiere dejar su cómoda vida en San Francisco para compartir la carga de lidiar con la progresión de la demencia de su padre.

Las hermanas se enfrentan cuando Jayne (Posey) se aferra a su imagen idílica que tiene de su padre, mientras Laura (Moore) insiste en hablar de la verdad de Joe como padre y esposo.

Rip Torn interpreta al padre irritable y cada vez más imprevisible que, aunque supera los 70 años, tiene a una amante más joven que él, encarnada por Ellen Barkin.

Dirigido por Mitchell Lichtenstein, "Happy Tears" se estrenó el miércoles en la 59 edición de la Berlinale, donde forma parte de la competición principal.

Moore, mejor conocida por sus papeles de protagonista en famosas películas de la década de 1990 como "Acoso", "Proposición Indecente" y "G.I. Jane", dijo que las películas independientes no son menos arriesgadas que las producciones hollywoodienses ante al actual clima económico.

"Creo que todos los proyectos en que puedes participar tienen un elemento de riesgo", señaló la actriz de 46 años.

"Es mucho más importante la compañía que mantienes y la historia que logras contar. Y yo creo que en el mundo de hoy, lo independiente realmente no es más riesgoso que un filme de estudio".

Al ser consultada sobre la importancia de su carrera y su familia, Moore agregó: "Lo miro siempre con la familia primero porque eso es lo que tienes al final de tu vida y el trabajo es solamente algo que puedes hacer, lo que es un verdadero regalo".

Lichtenstein, hijo del famoso artista pop Roy que murió en 1997, dijo que le gustaría ver a Moore nuevamente en un papel de bajo perfil.

"Estaba emocionado por la idea de que ella interpretaría a una persona normal. Esto no fue un papel glamuroso. Solamente quiero ver a Demi hacer eso de nuevo".

Jackson, el esposo de Jayne, es el extremadamente estresado hijo de un artista famoso que intenta manejar los asuntos del valioso legado de obras de su padre después de su muerte. Lichtenstein dijo que habían algunos paralelos entre él y Jackson pues ambos sienten la carga de tener a un padre famoso y exitoso.