El último emperador de los aztecas, Moctezuma II, es una figura misteriosa a la que intentarán desenmascarar en una destacada exposición del Museo Británico de Londres a partir del mes de septiembre. Ya están llegando al vetusto edificio londinense las más de 100 piezas en total habrá 150 incluidas las del propio museo que explorarán quién era el valiente (o cobarde) guerrero que heredó y consolidó el dominio azteca sobre un vasto imperio que abarcaba del Pacífico al golfo de México.

'Los aztecas debieron alucinar al ver llegar a Veracruz aquellos barcos invasores de los que bajaban personas raras, vestidas de forma extraña. En principio los recibieron con cortesía. Hernán Cortés fue hasta Tenochtitlan (hoy ciudad de México), donde le recibió Moctezuma alojándolo en un palacio. Por el camino hizo alianzas con los enemigos del emperador. Cuando Pedro de Albarado ordenó la masacre de la nobleza indígena, los invitados se convirtieron en invasores', cuenta Colin McEwan, comisario de la exposición Moctezuma II, último emperador azteca.

La rebelión de los indígenas contra los conquistadores no tardaría en llegar. La muerte de Moctezuma, líder supremo de 1502 a 1520, está rodeada de una cierta polémica: ¿murió valiente defendiendo a los suyos o entregado al mejor postor? La teoría más extendida indica que agonizó apedreado por los suyos porque no los defendía con la astucia y la valentía demostrada hasta entonces.

La invasión española de las Américas en el siglo XVI es el tema de fondo de la muestra centrada en Moctezuma, quien, a tenor de McEwan es también 'una figura trágica que, en cierta manera, cedió su imperio a unos intrusos'. Pero para el comisario, 'el objetivo de esta muestra es huir de las simplicidad y cuestionar la historia, la complejidad del personaje, su reacción ante los invasores'.

Para dar a conocer al emperador se cuenta con 150 piezas; esculturas, mosaicos, orfebrería, maquetas arquitectónicas como la del Gran Templo, cuadros y objetos diversos, procedentes de 23 instituciones de ocho países. Por primera vez se reúnen seis monumentos en los que está incrustado el nombre de Moctezuma, y se ha reconstruido en un 80% un retrato del guerrero a partir del 20% que quedaba de una imagen esculpida en piedra.

De México llegan estos días a Londres unas 80 piezas. España aporta, entre otras cosas, el Codex Duran, y se presenta también el Codex Florentino. Este último es uno de los textos que han aportado más información a lo largo de cinco siglos para conocer cómo se desarrolló la coexistencia entre indígenas e invasores.

'Moctezuma cuidaba su imagen; era una figura semidivina que intercedía ante los dioses; hizo construir palacios para él, y tronos y su vestimenta era la de un rey por encima de sus súbditos', explica McEwan. El emperador tuvo 19 hijos de múltiples esposas. El comisario de la muestra, coautor del catálogo de al misma, espera que a partir de esta exposición se implantará el término 'mexica' en lugar del 'azteca' para referirse a los pobladores que se separaron de los aztecas asentándose en el valle de México en donde fundaron en el año 1200 la ciudad de Tenochtitlan.

La figura de Moctezuma será analizada con lupa y minuciosidad el año 2010, especialmente en México, con motivo del Bicentenario de la Independencia (1810) y del Centenario de la Revolucion Mexicana (1910). Segúnn McEwan 'Moctezuma es más conocido fuera de México que allí, y ya va siendo hora de que se le conozca en toda su complejidad'.

Aunque la exposición se está organizando en estrecha colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, el Museo Británico y el INAH, para cubrirse las espaldas, han solicitado y conseguido del gobierno británico inmunidad de ser confiscados todos los objetos que viajan de México a Londres. En Gran Bretaña está en trámites parlamentarios la ley de Devolución de Objetos Culturales que legislará este aspecto del patrimonio cultural.

El museo Volkerkunde de Viena, que presta un amuleto de oro y cristal y un broche, también ha solicitado la inmunidad de retención para estas dos piezas. Nadie se fía de nadie en este campo de los expolios históricos, y las incautaciones procedentes de siglos pasados en nombre de la conservación o el derecho de adquisición.

Tras las huellas de Moctezuma ha ido también el escritor inglés Simon Gandolfi, bisnieto del general carlista Ramón Cabrera (1806-1870), quien ha publicado recientemente un libro de viajes, Old man on a bike. A septuagenarian Odyssey, en el que recorre en moto la ruta del conquistador Hernán Cortés y los pasos de los españoles en Sudámerica. De Veracruz a Tierra del Fuego, Gandolfi atraviesa todo el continente en busca de las huellas culturales y arquitectónicas de los indígenas y los españoles. Y hace del viaje un entretenido relato.

A sus más de setenta años de edad, el escritor reflexiona y describe con ingeniosidad y amenidad sus peripecias entre ciudadanos y paisajes. Montado en su modesta maquina motorizada, propia de un repartidor de pizzas, predica el feminismo entre las mujeres y observa el fluir de la vida cotidiana remontándose a la época de Moctezuma.