Este artículo se publicó hace 14 años.
Díaz Ferrán arruina también su aseguradora
Tras el cierre de Air Comet, Economía disuelve Mercurio y no descarta que el jefe de la CEOE tenga responsabilidad como gestor
El presidente de la patronal de las empresas españolas no es ejemplo de buen gestor. Gerardo Díaz Ferrán asistió ayer a la caída de su segunda compañía en menos de tres meses, tras el cierre de Air Comet el pasado 21 de diciembre. El Ministerio de Economía acordó la disolución inmediata de la aseguradora Mercurio, propiedad de Díaz Ferrán y de su socio Gonzalo Pascual, uno de los vicepresidentes de la CEOE, con el que comparte su entramado turístico. La razón de la intervención es "la grave situación patrimonial y de liquidez de la compañía", explicó el ministerio.
Además, el departamento que dirige Elena Salgado revocó la autorización a Mercurio, especializada en seguros para empresas de transporte por carretera, con 49.642 pólizas y 82 empleados. Acaba así la investigación que la Dirección General de Seguros abrió hace más de cinco meses porque la aseguradora no tenía la solvencia suficiente para afrontar las indemnizaciones que debía, como adelantó Público en octubre pasado.
La empresa intentó aportar como garantía un hotel hipotecado
Tras "numerosas reuniones" sin que Díaz Ferrán y Pascual "hayan aportado soluciones viables" para reequilibrar la situación patrimonial de Mercurio y ante "la inminente falta de liquidez" de la entidad, la Dirección General de Seguros asegura que intervenir y disolverla era la "única alternativa". La compañía aseguró ayer que hace siete días, el 9 de marzo, pidió un aplazamiento de 45 días al que Seguros no contestó "oficialmente".
Los empresarios han negociado durante meses con Seguros, dependiente de Economía, para aportar garantías por 18 millones y recuperar la solvencia. Querían que Seguros aceptara al menos dos inmuebles como respaldo. Pero uno de ellos no fue "válido", como reconoció ayer la aseguradora. El hotel balear Vista Nova que Mercurio compró a Hotetur, otra empresa de Díaz Ferrán fue aportado como garantía y estaba hipotecado por más de tres millones. El otro edificio fue sede de Air Comet.
A partir de ahora, el Consorcio de Compensación de Seguros hará una liquidación ordenada para "proteger los intereses de los asegurados y terceros perjudicados", entre ellos las propias empresas de autobuses de Díaz Ferrán y algunos rivales.
La auditora alertó sobre una deuda de Teinver, la tenedora de Air Comet
Una de las consecuencias para el presidente de la patronal es que afronta el riesgo de una inhabilitación como administrador en el negocio de los seguros. El Ministerio de Economía no descarta que la intervención en Mercurio pueda generar responsabilidades individuales, aunque no hay ninguna decisión tomada, según fuentes conocedoras del proceso. Ya en 2004, cuando no había crisis, Seguros impuso medidas de control especial a Mercurio, también por no tener cobertura suficiente.
Al jefe de la CEOE se le complica la salvación de su imperio, con Mercurio en vías de extinción y Air Comet intentando presentar una suspensión de pagos voluntaria. En un momento en el que intenta que los bancos refinancien la deuda de sus empresas, el problema puede surgir porque muchas de ellas tienen participaciones, operaciones y préstamos cruzados.
La duda que emerge es si Air Comet ha podido arrastrar a Mercurio, el mismo riesgo que ahora afronta Viajes Marsans, que hizo préstamos millonarios a la aerolínea. Los trabajadores de Air Comet sospechan que el dinero en los últimos meses de actividad "ha podido venir de cualquier empresa del grupo".
Otro indicio de las relaciones de Mercurio y Air Comet son operaciones como la venta de autocartera (acciones propias) que hizo la aseguradora, por cuatro millones, a Teinver, la empresa patrimonial dueña de la aerolínea. La auditora PricewaterhouseCooopers alertó en las cuentas de 2008 de eventuales problemas de insolvencia por esa operación. Aunque luego Teinver abonó con pagarés y, cuando estos vencieron, pagó con una antigua sede de Air Comet.
Mercurio entró en quiebra técnica en 2008. Tras tres años de beneficios, la compañía perdió ese año más de 14 millones de euros que se comieron el colchón necesario para ser solvente, es decir, generaron un agujero en los fondos propios, que acabaron siendo negativos tras perder otros 16 millones en 2009.
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