'Parecía que habían pasado 15 días y no 15 años'. El equipo de la serie Farmacia de guardia, emitida en Antena 3 entre septiembre de 1991 y diciembre de 1995, ha vivido así el tiempo que ha transcurrido entre la emisión del último capítulo y el reencuentro para la grabación de La última guardia, el telefilme que Antena 3 emite esta noche (22.00).

En esta película, dirigida por Manuel Estudillo, la famosa farmacia de Lourdes Cano está en peligro porque el edificio en el que está va a ser vendido para convertirlo en apartamentos de lujo, y Cano no puede hacer frente al alquiler. Según explicó ayer la actriz que encarna a este personaje, Concha Cuetos, la Lourdes de esta etapa se encuentra sola, 'un poco venida a menos', y aunque le queda su trabajo, ahora 'también se tambalea'.

'A Lourdes Cano le queda su trabajo pero eso también se tambalea'

Para comunicarle su situación a todos los miembros de su familia, los reunirá en una cena en la que estarán su ex marido Adolfo (Carlos Larrañaga), sus hijos Kike (Miguel Ángel Garzón), Guille (Julián González), Fany (Alicia Rozas) e Isabel (Sonia Villaba). De igual forma, asistirán Emma Ozores, Álvaro de Luna y María Garralón.

En este encuentro, Cano verá a un Adolfo que ha pasado por la cárcel, al que Larrañaga califica de Peter Pan y con el que mantiene una buena relación. 'El que ha envejecido he sido yo y Adolfo ha tenido que aceptarme con mi pelo blanco y mis arrugas, pero nos seguimos queriendo mucho', afirmó.

'La serie se terminó cuando se tenía que terminar. Yo no podía más'

El último capítulo de Farmacia de guardia consiguió algo más de 11,5 millones de espectadores, un final propio de 'la serie más vista de la televisión en España', según Carlos Fernández, director de contenidos de Antena 3.

Aquella despedida fue para Cuetos 'una liberación'. 'Yo no podía más. Es estupendo bajar en pleno éxito y se terminó cuando se tenía que terminar', dijo esta actriz, que no rechazó la idea de retomar la serie: 'Habría que planteárselo'. De momento, esta película no cierra la puerta definitivamente a una posible continuación, ya que 'en la vida todos los finales son abiertos'.