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Fernando Verdasco, por la senda de Australia

EFE

Fernando Verdasco ha recuperado en la temporada americana el pulso competitivo con el que inició el año, que le llevó a las semifinales del Abierto de Australia, y que parece haber recobrado en el de Estados Unidos, el último Grand Slam que afronta ya desde la cuarta ronda.

El tenista madrileño ha igualado su mejor papel en Flushing Meadows. Ya estuvo en octavos en el 2005, pero a partir de ahí volvió a enfangarse en un papel secundario.

Es distinto ahora para Verdasco, que buscará ante el estadounidense John Isner los primeros cuartos de final de su carrera en el cemento del recinto neoyorquino. Animado por la consecución, en la víspera, del título en New Haven, el primero logrado en pista dura.

No hay precedentes entre el español y el gigante de Carolina del Norte, que venció a Andy Roddick y que es junto a Taylor Dent el último reducto del tenis estadounidense en este último Grand Slam.

"Puede que Isner te saque increíble, pero no es el cinco del mundo ni tiene la experiencia de Roddick. Está claro que luego puede estar a tope y ganarte. Pero en principio le prefiero en lugar que Roddick, más curtido y muy completo", señaló el jugador madrileño.

El saque y la volea es el principal peligro de Isner de 206 centímetros. Ante Roddick anotó 38 servicios directos. A una velocidad inalcanzable. Un bombardero.

Carece Isner aún de pedigrí y de historial, aunque fue considerado, en su momento, como una de las esperanzas del tenis de Estados Unidos. Uno de los herederos de Roddick y James Blake, que el sábado abandonaron el torneo.

Isner es el 55 del mundo y ya ha logrado su mejor papel en Flushing Meadows. Los octavos de final tras superar la barrera de la tercera ronda, su tope en un Grand Slam, en este mismo escenario, en el 2007.

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