Barcelona, 14 sep (EFE).- Un Josep María Flotats 'muy feliz' regresa el martes a los escenarios catalanes con el estreno mundial de 'Stalin', una obra adaptada, dirigida e interpretada por él mismo, a partir de un texto del francés Marc Dugain, con el que quiere celebrar su cincuenta aniversario como actor.

Acompañado por Carme Conesa, Pere Eugeni Font, Pep Sais y Pepa Arenós, que son parte del elenco del espectáculo, Flotats ha ofrecido hoy una rueda de prensa en el teatro Tívoli de Barcelona para hablar de esta función, que estará en cartel, en catalán, entre el 18 de septiembre y el 13 de enero.

El intérprete, que se ha dejado un suntuoso bigote, se convertirá en el dictador Joseph Stalin, en 1952, un año antes de fallecer, en el ocaso de su vida, y durante la denominada conspiración de 'las batas blancas'.

Afirmando, sin embargo, que quiere rehuir de todo lo que sea una caricatura del personaje, ha señalado que, aunque en un principio tuvo dudas de entrar en la piel del déspota soviético, porque no se parece nada físicamente a él, ahora no vacila en encarnarlo porque 'estoy enamorado del texto, tengo ganas de comunicarme con el público y porque pienso en Ricardo III y que estamos en el teatro y se trata de ser creíble, más que de reproducir'.

La obra, aunque no ha querido precisar mucho de ella para no desvelar la sorpresa final, trata de las vicisitudes de un matrimonio de científicos, él físico (Pere Eugeni Font) y ella médico (Carme Conesa), en la Rusia de principios de los cincuenta, en pleno 'complot de las batas blancas', cuando el régimen soviético acusó a un grupo de médicos judíos de atentar contra personas de la nomenclatura.

El Stalin que Flotats encarnará en el escenario es, en su opinión, alguien que gobierna y está condenado a una 'soledad absoluta', por haber implantado 'el terror y que no se fía de su propia sombra'.

A pesar de la dureza que aflora del original de Dugain -una novela titulada 'Una ejecución ordinaria'- el comediante ha recalcado que hay momentos de ironía 'lo suficientemente fuertes como para poder sonreír y que haya una descompresión'.

También entiende que se trata de un texto 'inteligente, que pide constantemente al público una opinión, que provoca reflexiones, así como diálogo y debate'.

Para Josep Maria Flotats lo que presenta es un tipo de teatro comprometido, aunque 'es el espectador quien deberá decidir, a la vez que provoca preguntas del tipo: ¿Por qué toleramos psicópatas en el poder? y respuestas como que todos somos responsables de eso'.

El resto de actores del reparto han coincidido en mostrar su satisfacción por poder trabajar con el ex director del TNC, llegando a aseverar Pepa Arenós que gracias a él 'se me ha vuelto a despertar el amor por el teatro'.

La obra se ha planteado en dos partes, la primera de ellas de una hora y cinco minutos, la segunda de unos 55 minutos, y un descanso de un cuarto de hora.

Marc Dugain, con quien Flotats tiene relación desde hace un par de años cuando descubrió su novela 'La maldición de Edgar', está previsto que asista el día del estreno, después de que haya dejado ya por escrito que está 'muy agradecido' al director catalán por haber 'asumido' el reto de llevar a los escenarios este 'Stalin'.

Respecto a si tiene previsto girar por España con esta obra, ha respondido el actor que primero recorrerá varias localidades catalanas y después tiene ganas de hacerlo por otras ciudades del Estado, aunque 'antes de un año seguro que no', porque ha reconocido que le lleva mucho tiempo adaptarse a otro idioma.

En cuanto a si esta representación supone su retorno definitivo a Cataluña, después de que se afincara en Madrid hace diez años, tras su destitución como máximo responsable del TNC, ha respondido Flotats que no sabe lo que hará mañana, 'igual me muero' ha bromeado, pero 'ganas de hacer teatro aquí es evidente que las tengo'.