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Gimnasia en la piscina: la opción acuática para todos los gustos

Reuters

Jóvenes o viejos, activos o doloridos, casi cualquier persona puede animarse a sumergirse en la piscina para hacer ejercicio, según los expertos.

Pero ya sea nadando por tramos o pedaleando dentro de un tubo, la gimnasia acuática es mucho más que tirarse al agua y disfrutar.

"La natación es una excelente actividad. Se usan todos los músculos, se equilibra el cuerpo con el medio ambiente", dijo la doctora Barbara Bushman, experta del Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte.

Hasta en la parte menos profunda de la piscina, los ejercicios pueden mejorar el estado físico de las personas mayores, sobre todo los problemas ortopédicos y de las articulaciones.

Bushman, profesora de la Missouri State University que se reconoce como una atleta obligada a hacer ejercicios acuáticos por una fractura de tibia, admite que no es buena nadadora.

"En la piscina hay que concentrarse en lograr un buen estado. Mi estado mejoró de verdad", dijo.

Como gerente de Equinox, en Nueva York, Mark Hendricks supervisa las clases de gimnasia acuática donde, aseguró, entre el 75 y el 80 por ciento de los participantes tienen más de 50 años.

"Intentamos mantener su movilidad", dijo Hendricks. "Muchas personas pierden poder de movilidad con la edad. Hay mucha rotación espinal. Nos desplazamos a través de diferentes planos del movimiento en el agua", agregó.

La rutina acuática incluye ejercicios para el corazón y entrenamiento de suspensión, en el que los pies no pueden tocar el fondo de la piscina. También se usan pequeñas pesas de espuma y guantes para mejorar la resistencia.

"Cuando se corre en la piscina se logra menos rebote de los huesos, y eso es maravilloso para las personas mayores", aseguró. "A esa edad, la gente no busca tener abdominales marcados, lo importante es jugar con los nietos", añadió.

Y a veces, forjar relaciones sociales.

El Equipo de Natación Senior Splashers, que tiene una edad media de 63 años, se junta habitualmente en el YMCA de Brooklyn, Nueva York, desde hace seis años.

"Empezamos como parte del programa de aerobic acuático y nos dimos cuenta que disfrutábamos la compañía del otro", dijo Clara McDonald, miembro del equipo.

"Muchos de nosotros tenemos prótesis de hombros, rodillas, caderas. Hemos sufrido todo tipo de problemas ortopédicos, pero queremos asegurarnos de mantener la mejor forma posible", explicó.

Para Earl Patton, otro integrante del equipo, la recompensa va más allá de la ventaja muscular.

"Lo que hago en el agua es realmente terapéutico. Cuando nado a mariposa pienso en una ballena gigante, cuando nado a braza siento que exploro en la piscina. Si no voy a nadar, pienso que no puedo terminar mi día", aseguró.

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