Este artículo se publicó hace 12 años.
El Gobierno pide tiempo a los mercados para digerir el rescate
"No conviene sacar conclusiones apresuradas", responde Sáenz de Santamaría al ser preguntada sobre la, todavía, ineficaz fórmula de salvamento a los bancos
En una situación de auténtico vendaval, con el diferencial de la deuda española sobre la alemana en máximos y el tipo de interés a 10 años rondando el 7%, el Gobierno sólo pide una cosa a los mercados: tiempo. Tiempo para digerir el rescate a las entidades financieras y tiempo para que las "reformas estructurales" de las que los conservadores presumen constantemente en Bruselas surtan por fin algún tipo de efecto en la maltrecha economía española. "No conviene sacar conclusiones apresuradas", ha dicho este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recuperando así el argumentario de su jefe de filas, Mariano Rajoy, que, a principios de junio, reunido con los senadores del PP, rechazó que se hicieran juicios a las medidas del Gobierno "cada cinco minutos". Para la número dos del Gobierno, no es momento todavía de hacer valoraciones sobre si funcionará o no el salvavidas que la UE ha lanzado a la banca española, si no de llevar a cabo "análisis rigurosos a medio y largo plazo". "No se ha puesto en marcha, no se conocen datos", ha aseverado sobre las condiciones del préstamo de hasta 100.000 millones de euros, que a través del Estado, llegará a los bancos españoles con dificultades.
A pesar de que la agencia de calificación de riesgos Moody's ha cuestionado el rescate a la banca española por considerar que "aumentará" la carga de la deuda y, por ello, ha rebajado tres puntos la calificación que otorga a la deuda soberana española, Sáenz de Santamaría ha asegurado este viernes que el Gobierno continuará con su programa de reformas estructurales para, de esta manera, generar confianza en un momento de gran incertidumbre. "En estos momentos de dificultad debemos trabajar para ganar confianza a través de las reformas", ha insistido. Y frente a esta situación que, aún con ayuda financiera de por medio, no da visos de mejorar, ha optado por trazar un mensaje de "confianza" en la gestión del Ejecutivo. "España va a salir adelante", ha afirmado casi al término de la comparecencia de prensa.
"Las reformas han permitido que España haya resistido a una intervención"
Aunque en Europa pocos se atreven a negar que el rescate de la banca española traerá consigo condiciones que van más allá de las entidades financieras, el Gobierno sigue presumiendo de haber evitado la tutela a distancia de la troika (FMI, BCE, Comisión Europea) e insiste en que Bruselas reconoce el amplio abanico de reformas que ha puesto en marcha Rajoy desde su llegada a la Moncloa y que seguirá emprendiendo en los próximos meses. No obstante, Sáenz de Santamaría no ha avanzado en qué consistirán esas nuevas medidas, ni si traerán consigo nuevos recortes en servicios públicos como sanidad o educación. Sí ha recordado que, aunque la Unión no impuso a España "condiciones macroeconómicas" como contrapartida a la línea de crédito a la banca, sí hizo llegar al Ejecutivo una serie de recomendaciones tras presentar su Programa de Reformas. Entre esas recomendaciones, hay iniciativas sensibles como la subida del IVA este mismo año, la eliminación de la desgravación por vivienda o el adelgazamiento de la Administración Pública. Pero en este asunto, el Gobierno también sigue sin concretar nada. Por el momento, señalan, todo está en fase "de estudio".
Avanzar a "más Europa"De puertas para afuera, la vicepresidenta también ha asegurado que en este momento los Estados miembros deben hacer "un gran esfuerzo de reformas que permitan consolidar la zona euro y recuperar la confianza en la moneda única". España, ha explicado, defiende llevar a cabo un conjunto de reformas "que permitan avanzar hacia más Europa" a través de instrumentos como la unión bancaria, fiscal y financiera, o el mercado único.
"El Gobierno se preocupa por la España real, más allá de que la prima baje o suba"
Preguntada sobre el récord que la prima de riesgo ha marcado en esta semana, la vicepresidenta ha intentado quitar hierro a la trascendencia que, para la economía española, pueden tener las elevadas cifras que ha alcanzado en los últimos días el diferencial de la deuda española sobre la alemana. "La prima de riesgo no encarece la deuda para el Estado, lo que hace es determinar cómo está la compra y venta de la deuda española entre inversores privados", ha asegurado en una afirmación que contrasta con otras declaraciones pronunciadas por ella misma hace dos años. En 2010, durante una conferencia en Sevilla, Sáenz de Santamaría, entonces portavoz parlamentaria de los conservadores, no tenía ninguna duda: "La prima de riesgo de nuestro país se llama José Luis Rodríguez Zapatero" , llegó a decir entonces.
"El Gobierno se preocupa por la España real, más allá de que la prima baje o suba", ha asegurado, por otro lado, tras afirmar que el Gobierno trabaja con "serenidad" y "calma". En este sentido, también ha lanzado un dardo a los medios de comunicación, de los que, en una crítica velada, ha dicho que "todos los días" reflejan en sus informaciones algo parecido al "apocalipsis". Frente a las turbulencias, vengan de donde vengan, el Gobierno intenta mantenerse firme: hay que continuar con la "línea de reformas". "No se pueden dar bandazos, ni cambiar de opinión ni perder la cabeza", ha remachado la vicepresidenta. De hecho, ha presentado esos recortes como el único bote que ha impedido que el país se fuera a pique: "Las reformas están permitiendo que España haya resistido a una intervención que diga lo que tenemos que hacer los españoles", en línea con lo que afirmó el pasado domingo Rajoy en el palacio de la Moncloa, en su primera y única comparecencia tras el rescate. "Los españoles hacemos lo que tenemos que hacer", ha zanjado.
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