El Gobierno quiere fortalecer su influencia estratégica en Latinoamérica

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, ha dicho hoy que Latinoamérica es una prioridad para el Gobierno, que tiene el objetivo de fortalecer su influencia en la zona después de consolidar su presencia estratégica.

Jiménez, quien ha intervenido en la V Conferencia de Embajadores de España, que se celebra hasta el próximo jueves en Madrid, ha repasado la actual situación política de América Latina y ha destacado el momento decisivo que vive la región.

Ante los 130 diplomáticos españoles en el extranjero, ha subrayado que Latinoamérica está de nuevo en la agenda pública tras procesos electorales que han tenido lugar en los últimos años.

Tras hacer hincapié en que la zona crece casi a una media del seis por ciento anual, ha explicado que América Latina afronta el reto de promover la cohesión social y apostar por los procesos de integración regional para favorecer la estabilidad política de la región y fortalecer las economías nacionales.

Desde el punto de vista de la política exterior española, ha indicado que Latinoamérica es una prioridad para el Gobierno, cuyo objetivo es el fortalecimiento de la presencia española en la zona.

"La dimensión latinoamericana es un elemento fundamental de nuestra proyección exterior", ha sostenido Jiménez, convencida de que "España ha conseguido consolidar una presencia estratégica sin precedentes en Latinoamérica con vocación de permanencia".

Respecto a los retos que España para sus futuras relaciones con la zona, la secretaria de Estado ha citado la potenciación de las relaciones culturales en todos los ámbitos, la gestión adecuada del fenómeno migratorio y la ampliación de la presencia de las empresas españolas en la región.

También ha participado en este foro el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, quien ha detallado a los asistentes las características de la Presidencia española en el primer semestre del año 2010.

López Garrido ha apuntado que España aspirará a conseguir que Europa "hable con voz propia" en la escena internacional y que lidere la lucha contra la pobreza y el cambio climático.