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Irán accede a liberar al cineasta Panahi, según un medio

Reuters

Los tribunales iraníes han accedido a liberar bajo fianza al director de cine Jafar Panahi, que lleva más de una semana en huelga de hambre en la prisión de Evin en Teherán, según se citó el lunes a un fiscal.

Panahi, ganador de muchos premios internacionales y partidario del líder opositor Mirhosein Musavi en las disputadas elecciones presidenciales del año pasado, fue detenido en marzo junto con su esposa y su hija. Su familia fue liberada más tarde.

Juliette Binoche criticó el domingo a Irán por encarcelar al cineasta durante su discurso de agradecimiento al premio de Mejor Actriz en el Festival de Cine de Cannes, diciendo que "su delito es ser un artista, ser independiente".

El fiscal de Teherán Abas Jafari Dolatabadi dijo a la agencia de noticias ISNA "En la reunión que tuvimos con él el jueves, consideramos su petición de ser liberado antes de una vista judicial y se decidió que sería liberado bajo fianza. El trabajo de los jueces y la oficina (fiscal) sobre su caso está en marcha ahora".

No está claro cuándo dejaría la prisión Panahi.

El director ha dicho que no acabará su huelga de hambre hasta que se le permita reunirse con su abogado, recibir visitas de su familia y se le libere sin condiciones hasta la celebración de una vista judicial. Su familia y su abogado le visitaron la semana pasada.

Varias páginas web de la oposición publicaron el jueves que también el director y escritor iraní Mohamad Nurizad estaba en huelga de hambre, después de haber sido golpeado por el personal de seguridad de la prisión de Evin, donde se retiene a muchos prisioneros políticos.

Nurizad fue detenido a finales del año pasado después de publicar en su blog unas cartas que se consideraron irrespetuosas a la máxima autoridad del país, el líder supremo ayatolá Ali Jamenei, y otros altos cargos.

Las elecciones presidenciales del año pasado sumieron a la república islámica en meses de disturbios políticos.

La oposición prorreformista del país dice que las votaciones se amañaron para asegurar la reelección del presidente, Mahmud Ahmadineyad, pero las autoridades tacharon a las protestas masivas que se produjeron tras la votación como un intento apoyado por países extranjeros para socavar a la clase gobernante clerical.

Miles de partidarios de la oposición fueron detenidos tras los comicios. Desde entonces se ha liberado a la mayoría, pero más de 80 personas han sido condenadas a penas de hasta 15 años. Dos personas juzgadas después de las elecciones han sido ejecutadas.

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