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"IU no será una fuerza determinante y mayoritaria si no consolidamos el bloque político y social"

Es secretario de Convergencia Política y Social de IU y uno de los abogados que llevan la querella por los Papeles de Bárcenas. No cree que haya un ciudadano 'con una inteligencia normal que crea que el PP lucha contra la corrupci&oa

DANIEL DEL PINO

Enrique Santiago (Madrid, 1964) ha conseguido, con el resto de abogados que interpusieron la querella por los papeles de Bárcenas, sacar de sus casillas al PP. Es secretario de Convergencia Política y Social de Izquierda Unida y vive a caballo entre despachos, juzgados y reuniones con representantes de la izquierda alternativa y de los movimientos sociales, con los que trabaja para conformar un boque político y social que se traduzca en un referente electoral.

A los 26 años fue secretario general de la Unión de Juventudes Comunistas de España y optó, en la VI Asamblea federal de IU, al cargo de coordinador. Por sus manos han pasado las querellas contra las dictaduras chilena y argentina, el caso Couso o el de los vuelos de la CIA.

Cuando el PP les acusa de 'ofender al pueblo español' con la querella por los papeles de Bárcenas, ¿cree que habla por el propio Bárcenas o por los constructores?

Cuando el PP dice que hemos ofendido al pueblo español no tiene ningún fundamento y se confunde a sí mismo y a los miembros del PP que están de una forma u otra vinculados a lo que aparece en los papeles de Bárcenas con el pueblo español. Pero el pueblo español no son ellos. Lo que está poniendo en evidencia la instrucción, al margen de que podamos acreditar que haya habido cohecho y prevaricaciones, es que en el PP hay una connivencia desde hace mucho tiempo con las grandes empresas de construcción e infraestructuras, que son las que han ido determinando, al menos durante los gobiernos del PP, las políticas de infraestructuras que se hacían en este país.

La famosa comisión de infraestructuras...

Sí, ha habido declaraciones sorprendentes. Desde la del señor Vilella, del grupo Rubau, que reconoce que él es miembro de una denominada comisión de infraestructuras del PP a petición de Álvaro Lapuerta, donde él y otros empresarios de la construcción se reunían periódicamente con Lapuerta y Bárcenas. No es una comisión institucional que se reúna en el Parlamento, es una comisión interna del PP que no creemos que se ocupara de revisar las infraestructuras de la calle Génova.

Es un claro indicio de que se ha estado trabajando previamente a la concesión de contratos. Y más allá, lo que nosotros creemos es que se ha estado trabajando en connivencia para el diseño de los grandes planes de infraestructuras.

También Vilar Mir ha declarado, por supuesto negando que haya dado ningún tipo de comisión, que él ha mantenido muchas reuniones con el señor Jaume Matas cuando era ministro de Medio Ambiente. Y a modo de excusa dice: yo nunca hablé de un contrato. Yo de lo que hablaba era del Plan Hidrológico Nacional. Es decir, se reunía con Matas para hablar antes de que se hiciera el plan. Entonces es evidente que ha habido una clarísima intervención por parte de las grandes empresas de infraestructuras en las políticas que se han hecho y de esta forma, claro, no es de extrañar que tengamos, por ejemplo, seis aeropuertos sin aviones, tres o cuatro estaciones de AVE donde no hay pasajeros y autopistas de peaje sin coches que vamos a tener ahora que rescatar con dinero público.

¿Cuál es su conclusión sobre el acto de conciliación celebrado el pasado miércoles?

Creo que el PP tiene la necesidad de justificar ante la sociedad española que se siente tremendamente ofendido porque, desde luego, fue un gran error desde el punto de vista jurídico y político que mantenga la demanda de conciliación después de que el juez decretara el ingreso en prisión de Bárcenas el jueves de la semana pasada.

El PP no solamente no dio ningún argumento en contra de nuestra contestación a su demanda de conciliación, sino que además tampoco añadió nada nuevo a los escasos argumentos que ya habían dado. Con un agravante: desde que el PP pone la demanda de conciliación hasta que la realizamos ayer, ha habido pronunciamientos judiciales que confirman indiciariamente los términos de nuestra querella.

Y respecto a lo que más le preocupaba al PP, es decir, que entiende que le hemos injuriado por escribir en la querella que desde nuestro punto de vista en torno al PP o  dentro del PP se había configurado una asociación ilícita, nosotros aportamos un auto de fecha 3 de junio de este año de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, donde son los jueces de esa sala los que recuerdan al PP que lo que se está investigando es la existencia de una red criminal vinculada al partido y que tendría que ver con la financiación ilegal.

Un término bastante más fuerte que decir que hay una asociación ilícita...

Efectivamente, pero no lo decimos nosotros, lo dice la justicia. A parte que ese término es simplemente un tipo penal recogido en el Código Penal. La sensación que nosotros tenemos es que el PP está absolutamente desorientado, no sabe qué hacer con esto ni cómo presentar ante la opinión pública que están haciendo algo para defender la honorabilidad de su partido y que están confundiendo la honorabilidad de su partido con la retirada de las acusaciones que se han formulado.

Defender la honorabilidad de su partido, sería que ellos actuaran eficazmente en los tribunales ante un señor que siendo su tesorero ha acumulado, que sepamos hasta la fecha, 48 millones de euros en Suiza.

No es que Bárcenas haya acabado en la cárcel por haber robado una cartera precisamente...

Bárcenas acaba en la cárcel porque es incapaz de dar una explicación racional sobre de dónde han salido esos 48 millones de euros y porque se ha constatado que durante el tiempo que no se ha tomado la medida de prisión ha estado intentando esconder y camuflar ese dinero. Y ha camuflado buena parte de él porque los 48 millones son lo que ha llegado a haber de saldo máximo, no es lo que hay ahora en Suiza. Ahí no pasa de los 15 millones. Por lo tanto, veintitantos millones ya los ha movido.

Bárcenas reconoce con toda claridad que él se ha llevado nueve cajas con documentos de la sede del PP y eso se llama ocultamiento de pruebas y sólo por eso tendría que haber entrado ya antes en prisión provisional.

¿Cree que el PP se ha planteado seriamente alguna vez querellarse contra Bárcenas?

El miércoles le preguntamos al PP si se van a querellar contra Bárcenas, Lapuerta o contra los distintos dirigentes del PP como Jaime Ignacio del Burgo, Calixto Ayesa, Santiago Abascal o Eugenio Nasarre, que ya han declarado en los tribunales, no a la prensa, que percibieron del PP ese dinero negro, que nadie les dio recibo y que evidentemente se habían quedado un dinero que no se podía justificar.

Ni se van a querellar, ni tienen intención de hacerlo y lo que están haciendo es simplemente poner una cortina de humo, probablemente dirigida a sus votantes y a sus militantes, una especie de placebo para que todos se autoconvenzan de que el PP está combatiendo la corrupción que tiene en su seno. Pero creo que a cualquier ciudadano con una inteligencia normal, la impresión que le da no es precisamente eso.

¿La contraquerella del PP tiene algún futuro?

Es que no creo que el PP vaya a presentar ninguna querella contra nosotros. Si lo hiciera se verían sometidos a una situación sumamente ridícula porque ni siquiera las acciones que ellos han emprendido en este momento tienen unos requisitos lógicos como para llegar a entender que haya habido un ánimo de injuriar.

Pero es que además no están cumpliendo las normas de procedimiento que establece la legislación. La injuria y calumnia es un supuesto específico del delito de calumnias e injurias y exige que un visado previo de un juez que entienda que se haya podido cometer ese delito. ¿Y quién es ese juez? Pues el que instruye el procedimiento contra Bárcenas, es decir que para que el PP pudiera querellarse por calumnias e injurias contra los querellantes de la querella a Bárcenas tendría que haber solicitado una licencia al juez Ruz. Y no es que no la hayan obtenido, es que no la han solicitado.

Otra querella que IU anunció hace meses pero de la que aún no se sabe nada es contra los responsables de las preferentes. ¿En qué punto está este tema?

Queremos presentarla antes de que acabe este mes y estamos centrándonos en las dos entidades que han emitido más preferentes en toda España, que son Bankia y Catalunya Caixa. Hemos recopilado documentos importantes que acreditarían que la operación de las preferentes ha sido engañosa a sabiendas de estas dos entidades, perjudicando no a cualquier ahorrador sino a los sectores más vulnerables.

IU tiene un criterio respecto a las acciones judiciales y es no interponerlas por el ritmo político o mediático. Nosotros interponemos las querellas cuando las tenemos bien construidas. Y son acciones complejas donde intervienen muchas consideraciones de tipo legal y que requieren un estudio muy pormenorizado porque desde luego el lujo que no nos podemos permitir es que no se admitan a trámite. Hay un acuerdo de los órganos de IU y se va a presentar, pero será cuando entendamos que reúne la suficiente consistencia y calidad.

Tendrá que llevar nombres propios...

Por supuesto. Hay que establecer y delimitar cuáles son las personas contra las que te querellas y nuestra intención es querellarnos contra todos aquellos que hubieran participado de una forma u otra en la aprobación de la comercialización de las preferentes.

Le hablo del exdirigente de IU Moral Santín, que era consejero de Caja Madrid

Cualquier miembro del consejo de administración que creamos que haya tenido que ver estará. Y no sólo del consejo porque pensamos que la máxima responsabilidad está en los directivos del área comercial de Caja Madrid y de Catalunya Caixa. Ahora, lo que quiero decir en términos generales, y no me refiero a una persona u otra, es que si nosotros vemos que hay indicios racionales de que cualquier miembro de IU tiene responsabilidades penales, por supuesto que vamos a presentar una acusación contra él. Cualquier miembro.

¿En qué frentes se está moviendo IU para conformar ese bloque político y social que reclamaron en el Consejo Político Federal del 25 de mayo?

Venimos trabajando en esto desde las anteriores elecciones europeas. Después de la IX Asamblea Federal pusimos en marcha las políticas de convergencia para la refundación de la izquierda, lo que nos ha permitido avanzar en la creación de alianzas políticas y sociales. Están los ejemplos de Izquierda Republicana, que volvió a integrarse en IU, o la Confederación de Los Verdes, que sin ser un partido integrado en IU trabaja con las asambleas de IU y no contempla la posibilidad de concurrir a un proceso electoral al margen de IU.

También hemos tenido un trabajo constante con organizaciones de izquierdas en el ámbito estatal y autonómico como Izquierda Anticapitalista, Equo, Anova, Batzarre... Estamos hablando también con Construyendo la izquierda, que son sectores que trabajan con las bases del PSOE. Nos parece muy importante que para cualquier proceso de convergencia político electoral o para la construcción del bloque social, haya un componente socialista coherente y obviamente hoy día el PSOE no hace políticas socialistas, ni siquiera socialdemócratas.

Al tiempo hemos incrementado mucho nuestro trabajo en el conflicto social y lo que nos hemos encontrado es que los recelos de los activistas sociales hacia las fuerzas políticas desaparecen de forma proporcional al incremento del trabajo de esa fuerza política en el conflicto social. Hemos ido trenzando redes de entendimiento y trabajo constante, imposibles hace tiempo, con muchos movimientos.

Eso se vio en el encuentro Alternativas desde Abajo. ¿Cómo vio aquellas jornadas?

En el encuentro de Alternativas desde Abajo se autoconvocaron partidos políticos de izquierdas, movimientos sociales, y un sector importante de asambleas que surgen al calor del 15-M, que creo que es lo más destacado y lo que lo diferencia de otros procesos. Dentro del debate que ha habido en el 15-M este grupo de asambleas cada una por sus propios procesos y razonamientos han llegado a la conclusión de que es imprescindible convertirse en referente electoral.

IU no sólo participó, sino que en la asamblea final expusimos la resolución del CPF llamando a un entendimiento y nuestra sorpresa positiva fue que, en primer lugar, no hubo una reacción a que IU hiciera allí esa propuesta cuando tres años antes la habría habido. En segundo lugar, entendimos que había muchas voces que creen que con esa propuesta se podía avanzar y luego constatamos lo que probablemente puede ser el elemento que más dificulte consolidar una convergencia con todos estos movimientos, y que no es otra cosa que el movimiento social no tiene los mismos ritmos de trabajo pensando en unas elecciones que los que puede tener una fuerza política.

Algunos plantearon que esa diferencia puede que dificulte acabar las discusiones con tiempo suficiente para concurrir a las europeas, sin embargo, también dijeron que eso no es obstáculo para que esa línea de trabajo se mantenga y si no es en las europeas, la confluencia pueda darse en la siguiente cita electoral.

El trabajo con estos colectivos lo vamos a mantener al margen de las europeas porque en IU tenemos el convencimiento de que no seremos fuerza mayoritaria si previamente no hemos conseguido generar ese bloque social y político que represente a la mayoría de la población que está sufriendo las políticas neoliberales. Si no conseguimos que los ciudadanos, es decir, los electores, reconozcan en IU el elemento de cohesión de ese amplio acuerdo social.

¿Falta alguien?

También nos habíamos reunido previamente con las personas que presentaron el miércoles la Convocatoria Cívica y hemos constatado que hay un primer espacio de encuentro que va a ser muy diáfano, con ese proceso que ellos llamaban asambleario para la elaboración de propuestas.

Nos hemos reunido también con representantes del Frente Cívico y también hemos constatado una gran posibilidad de convergencia para ese proceso de elaboración de propuestas. El Frente Cívico es una plataforma que no surge con la intención de concurrir a las elecciones, es más, rechaza esa opción, pero sí surge con vocación de contribuir a construir el bloque social, con lo cual, eso encaja perfectamente con nuestra estrategia. No lo hemos cerrado, pero estamos concretando cómo hacer eso. Ellos tienen este fin de semana un encuentro estatal y va a ser importante.

Por último, hemos pedido ya reuniones formales con Izquierda Anticapitalista y Equo y además venimos haciendo un trabajo importante con distintas expresiones de la izquierda nacionalista en torno a un programa federal, un programa de Estado, porque creemos que en este periodo es imprescindible. A estas alturas no puedo afirmarlo con total seguridad pero contemplamos un escenario en el que IU va a concurrir a la las elecciones con un número muy importante de fuerzas nacionalistas de izquierdas con los que acordaremos unos programas y unas listas.

¿Puede suceder que de cara a las europeas los pactos con estas formaciones estén ya maduros y que sin embargo el bloque social no lo esté todavía?

El bloque social y político no está maduro hoy ni va a estar lo suficientemente maduro el día que llegue la convocatoria para las elecciones europeas. Ojalá se pudiera consolidar este proceso en nueve meses, pero sí que estará listo para todo este ciclo político que empieza con las europeas, sigue con las municipales y autonómicas y acaba con las Generales. No tendremos configurado ese bloque social y político para las europeas pero sí tendremos ya una candidatura que sea una expresión más amplia de lo que fue la última. Y probablemente será una expresión no tan amplia como la que pueda ser en la siguiente convocatoria.

El planteamiento inicial es que parece difícil que haya un problema de programa ¿lo puede haber con los candidatos?

La reflexión política general de todas las personas que están en el conflicto social y que están peleando por mantener el estado social desde que empezara la crisis es que los candidatos es lo de menos. Es decir, que lo importante es tener unas propuestas políticas consensuadas, muy definidas, que no den lugar a ambigüedades y que se resuman en una lista muy concreta para que luego sea posible hacer una auditoría de cumplimiento, que es un poco el modelo que ha seguido Syriza y el de las asambleas del 15-M: pocos acuerdos, refrendados por una mayoría importante, muy claros y capaces de ejecutarse.

En la medida que ese proceso se haga de una manera natural y con éxito, el proceso de elaboración de las candidaturas irá mas o menos rodado. Me refiero a que si conseguimos que el proceso de elaboración de propuestas programáticas sea participativo, asambleario y multiplicador dejará a todo el mundo con buen sabor de boca, lo cual facilitará la elección de candidatos. Si por el contrario nos encontramos, que espero que no, con que al final toda la voluntad expresada desde muchos lugares de encuentro queda reducida a una reunión de ilustres en torno a una mesa camilla para acordar rápidamente un programa y unas listas, ese no sería el proceso que ayudaría a avanzar en la configuración del bloque social y político.

En ese contexto, si no queda más remedio, el proceso de elección de listas no será abierto a la participación de los ciudadanos. No porque IU no quiera, sino porque el resto de componentes en el trabajo global que hayamos hecho no ha generado condiciones para que sea un proceso abierto a los ciudadanos Con lo cual, la forma en la que vamos a determinar la concreción de las listas depende de éxito en la primera fase del proceso.

¿IU tiene un candidato?

A fecha de hoy no y además tenemos muy claro que no toca hablar de candidatos porque si empezamos por ahí, la imagen que vamos a dar fuera no es coherente con el trabajo que venimos haciendo. A partir de ahí es lícito que cualquier militante muestre sus intenciones, faltaba más. Pero no toca. Eso se abrirá cuando se haya cerrado la discusión de las propuestas.

Se lo digo porque de algún modo, Izquierda Abierta ha puesto encima de la mesa varios cromos ...

El problema no está dentro de IU. Fuera de IU, mi impresión es que no gusta que IAb anteponga el debate del candidato al debate del programa, porque esas son las viejas formas de hacer política y de alguna forma descoloca que una fuerza que se supone con ánimos de renovación y de incorporar personas de fuera de la política, empiece la casa por el tejado.

Si vas a una asamblea del 15-M que esté hablando de las europeas, que son dentro de un año, y lo primero que les dices es que 'yo traigo a don X', te contestan: pero usted qué me está contando. Esa no es la aspiración del movimiento social. Es un error, sobre todo si el candidato que propugnan reitera varias veces que no va a ser candidato. Yo no tengo dudas, lo que dijo Baltasar Garzón el miércoles no es la primera vez que lo dice. No tengo ninguna duda de que él no va a ser candidato. Lo ha dicho tres veces ya y es decirlo mucho y muy seguido.

¿Aceptaría IU unas primarias en este contexto?

Si entendemos por primarias, que se presenten nombres de gente muy conocida y  hacer un llamamiento para que cualquier ciudadano venga a votar, ese no va a ser el modelo que van a defender la mayoría de los agentes sociales porque van a defender un proceso de elección en las asambleas, donde se ha elaborado el programa.

Si no, no tiene mucho sentido estar esforzándonos por generar espacios participativos para la elaboración de propuestas políticas y luego pretender que la elección de los candidatos se haga fuera de esos ámbitos participativos. No tiene ninguna lógica. No es un problema de IU. Dudo mucho que todos los movimientos políticos y sociales que puedan participar en ese proceso estén dispuestos a que haya un proceso de elección de candidaturas sustraído al proceso participativo de la elaboración de propuestas programáticas.

Eso facilitaría un cierto oportunismo de personas que no se han esforzado en la elaboración de propuestas y no encaja con las nuevas formas de hacer política que exige la ciudadanía después del 15-M, que exige métodos participativos reales. Para participar en el proceso de elaboración de listas sería necesario haber participado en el proceso de elaboración programática.

La mayor parte de ese proceso se está desarrollando en Madrid. ¿Qué papel tiene IUCM y qué impacto puede tener el hecho de que la federación esté actualmente partida por la mitad?

Siempre es determinante porque Madrid es la capital del Estado. Desgraciadamente, la federación de Madrid no ha conseguido todavía alcanzar importantes consensos en ese proceso. Estamos intentando construirlos, pero al final, la realidad es que el proceso lo construyen los militantes, que están en el tajo, en la calle, a pie del conflicto social y no las direcciones.

Y en la federación de Madrid hay miles de militantes que están en eso. Con lo cual, se da por descontado que toda esa militancia, esté adscrita a la posición que esté, está trabajando objetivamente por ese proceso de convergencia. Lo que pasa en IUCM es un problema de responsabilidad de la gente que está en los órganos de dirección, pero el trabajo se está haciendo, lo está haciendo la militancia de base.

¿Y la dirección?

Es que quien tiene que hacer ese trabajo es la militancia de base.

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