Este artículo se publicó hace 13 años.
El IVA cuesta ya al bolsillo 4.800 millones más en 2011
El déficit del Estado bajó un 11,5% hasta agosto, situándose en el 2,8%
¿Sobre qué espalda está recayendo la drástica reducción del déficit a la que se ha comprometido el Gobierno? ¿Cómo logró la Administración central reducir su déficit un 11,5% hasta agosto con respecto a los ocho primeros meses de 2011, como anunció ayer? Hay dos vías.
Una es gastar menos, y no se ha dudado para lograrlo en meter mano a pensiones, sueldos de funcionarios o a la inversión pública (y el empleo que esta genera). La otra es incrementar los ingresos, algo que se puede conseguir centrándose en impuestos directos o bien en indirectos como el IVA. Esto último logra resultados más rápidos pero no es nada distributivo, todos pagan independientemente de su nivel de renta y riqueza, por lo que se penaliza más a las rentas cuanto más bajas son.
Debido a la subida que se aplicó a mediados del año pasado, esta suerte de fondo común que es el IVA ha recaudado este año 4.800 millones de euros más de lo que se habría ingresado con los tipos anteriores, según explicó ayer el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo.
Un paso más con cargo al bolsillo de todos. Así se avanza hacia el "objetivo irrenunciable" que es el déficit, según repiten los miembros del Gobierno cada vez que tienen un micrófono delante con altavoz hacia los mercados y según repitió ayer López Carbajo.
El Estado recaudó por impuestos indirectos hasta agosto 46.874 millones de euros, un 1,1% más que en el mismo periodo de 2011. El IVA creció un 3,3%, situándose en 32.302 millones, a pesar de que se vio afectado por la ampliación del plazo de devengos hasta el 20 de septiembre por el periodo estival.
Los impuestos directos crecieron con fuerza, un 2,9%, hasta situarse en 56.968 millones, aunque de nuevo el reparto no fue distributivo, puesto que buena parte de ese crecimiento se debe a la desaparición en el IRPF de la deducción de 400 euros, que se había aplicado de forma lineal a todas las rentas. El IRPF, de hecho, creció un 4,3%, hasta situar la recaudación en 44.079 millones.
El que no levanta cabeza es el Impuesto de Sociedades, que en términos homogéneos cayó otro 14,4%.
El déficit del Estado se situó en el 2,83% hasta agosto (se gastaron 30.867 millones de euros más de los que se ingresaron, frente a los cerca de 35.000 millones de diferencia del mismo periodo de 2011). Un ritmo que hace creer al Ejecutivo que se logrará el objetivo de la Administración Central de cerrar en el 4,8%.
Pero el conjunto de las administraciones (incluidas autonomías y ayuntamientos) deben amarrar el déficit hasta el 6% entre todas y hay algunas comunidades que no sólo no han dado prueba en lo que va de año de poder lograr su objetivo, sino que ya han dado por hecho que no cumplirán. López Carbajo no quiso entrar a opinar sobre si el Estado, con su ahorro, será capaz de generar un colchón que sirva para contrarrestar incumplimientos autonómicos. "Lo importante es que todas las administraciones sigamos en el proceso de reducción del déficit", insistió.
Con la comunidad docente levantada en armas por los recortes en educación y la sanidad igualmente afectada por los ajustes, el secretario de Estado de Hacienda tampoco quiso opinar sobre dónde meten la tijera los gobiernos autonómicos. "Lo que haga cada CCAA para cumplir su objetivo es decisión suya", comentó.
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