El Gobierno está idiotizado y la oposición está así como eunuca, ovárica, que no tiene ovarios, que no tiene eso, que non a niente, como dicen los italianos'. Esta fue alguna de las perlas que el miércoles lanzó desde la emisora episcopal Federico Jiménez Losantos, y con las que se desayunó el cardenal Bertone, momentos antes de encontrarse con el Gobierno.

El secretario de Estado vaticano llevaba una carpeta negra en la que se apuntaban los temas a tratar. Junto a los consabidos, se encontraba la Cope. Y es que al despacho de Bertone han llegado, al menos en cuatro ocasiones, quejas sobre la emisora propiedad de la Iglesia desde distintos ámbitos: el PP, la Nunciatura, el Gobierno y la propia Casa Real. En el centro de la polémica, Federico Jiménez Losantos, el contumaz locutor de La Mañana.

El miércoles, Losantos obvió por completo la visita vaticana, y continuó su retahíla de ataques a Rajoy, Gallardón, Fraga, Magdalena Álvarez o Miguel Sebastián.

También tuvo lo suyo Obama, e incluso Efe y Europa Press, a las que el locutor acusó de estar 'a los pies del Gobierno'.

Lo cierto es que la visita de Bertone ha servido para dejar claro, una vez más, que el Vaticano no comulga con la línea marcada por Losantos en la emisora episcopal, que no ayuda a generar una nueva etapa en las relaciones Iglesia-Ejecutivo.

El propio secretario de Estado reconoció el 'malestar' en la Santa Sede por el 'ruido' que genera la Cope en dichas relaciones.

Y su viaje a España ha desencadenado un nuevo proceso para sustituir al locutor el próximo verano. El Vaticano ha urgido a dar solución al problema Cope.

La pasada semana, el arzobispo castrense y presidente de la Comisión Episcopal para la Comunicación Social, Juan del Río, señalaba que la Iglesia 'no quiere comunicar a cualquier precio'. En una clara andanada contra Losantos, el prelado añadió que la comunicación católica no debería 'brillar por el glamour de sus estrellas mediáticas', sino por 'los valores de la justicia, el derecho, el respeto y la solidaridad'.