Las maltratadas tardan ocho años en denunciar a su agresor

Las mujeres víctimas de malos tratos tardan una media de ocho años en denunciar a su pareja o ex pareja, según señaló ayer la secretaria general de política de Igualdad, Soledad Murillo, durante la inauguración de un curso de formación sobre violencia de género organizado por el Consejo General de la Abogacía.

Las mujeres maltratadas, según afirmó Murillo, son el único tipo de víctimas de violencia que oculta las agresiones a las que son sometidas, que además rehabilita al agresor y que hasta se siente culpable por recibir la agresión.

Lamentó que las víctimas "demoran permanentemente" presentar la denuncia porque sienten que son desleales a su pareja y este retraso provoca, por tanto, que no se pongan en marcha medidas para poner a salvo su vida. Y aportó otro dato: el 45% víctimas mortales por violencia de género fallecieron a manos de sus parejas cuando les anunciaron que se acababa la relación.

A este respecto, la secretaria general de Políticas de Igualdad animó a las víctimas a que tomen medidas desde las primeras manifestaciones de violencia. Éstas no tienen siempre por qué ser agresiones físicas o insultos, sino que puede tratarse de hostigamiento, vigilancia o control por parte del maltratador. "Hay que poner remedio cuando aparezcan las primeras alertas consultando con trabajadores sociales o psicólogos. Nunca hay que vivirlo a solas porque es impunidad para el agresor", explicó Murillo.

Durante la inauguración del curso, el secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez, reconoció que el Gobierno no está contento con la gran cantidad de casos de violencia de género que se siguen produciendo en España.

En lo que va de año, 23 mujeres han muerto a manos de sus parejas o ex parejas. La jornada más negra desde que en 1999 comenzó a hacerse un cómputo de víctimas se vivió el pasado 26 de febrero, cuando cuatro mujeres fueron asesinadas.

Mayor prevención

A la vista de los datos, el secretario de Estado de Justicia abogó por mejorar los mecanismos de prevención y revisar de forma continua la eficacia de la Ley de Integral contra la Violencia de Género. Reclamó que no se deje recaer todo el peso del proceso a la víctima.

Por ello, quiso destacar que "uno de los méritos" de la normativa es que con ella desaparece la idea de que la violencia de género pertenece al espacio íntima de cada casa. En este sentido, uno de los ponentes, Manuel Calvo, profesor de Sociología Jurídica de la Universidad de Zaragoza, se sorprendió de que la violencia de género apenas preocupe al 3% de la población, según la última encuesta del CIS, cuando el origen del 40% de los homicidios está en la violencia machista