El defensa brasileño Maxwell Scherrer Cabelino Andrade, quien hoy fue presentado como nuevo jugador del Barcelona, ha dejado claro que no llega al Camp Nou para ocupar la plaza que ha dejado vacante su compatriota Sylvinho como suplente de Eric Abidal en el lateral zurdo.

"Sé que llego para sustituir a Sylvinho, pero eso no quiere decir que vaya a ser suplente. Pienso que la competencia con Abidal va a ser positiva para el equipo y, por supuesto, vengo con la intención de jugar", ha explicado.

Maxwell, que finalmente ha firmado por cuatro años más un quinto opcional en función del número de partidos disputados, tendrá una cláusula de rescisión de 50 millones de euros.

A punto de cumplir 28 años, llega al Barça en plena madurez deportiva, procedente del Inter de Milán, que ha cobrado 4,5 millones de euros, más 0,5 millones más en concepto de variables, por su traspaso.

El zaguero brasileño dijo estar encantado por fichar "por uno de los grandes clubes de Europa" y formar parte de una plantilla que hace "un juego espectacular". Además, cree que no tendrán ningún problema en adaptarse al estilo del Barça, "porque yo empecé en el Ajax, donde hacíamos un fútbol muy similar".

El secretario técnico del Barcelona, Txiki Begiristain, tampoco piensa que Maxwell vaya a tener problemas de adaptación. "Ha crecido en el Ajax, una filosofía parecida a la nuestra, y luego se ha consolidado en un fútbol competitivo como el de Inter de Milán".

Para Begiristain, el lateral brasileño es "un jugador de nivel, con un buen físico y una notable calidad técnica", una buena opción para reforzar la banda izquierda del conjunto de Pep Guardiola.

Si finalmente el Barça cierra el fichaje del Zlatan Ibrahimovic, Maxwell volvería a coincidir con el delantero sueco, con quien ha compartido vestuario tanto en el Ajax como el Inter.

"Zlatan es un jugador con un nivel fantástico y una gran persona. Es amigo mío, de hecho compartíamos habitación, pero debe ser él y otras personas quien decidan su futuro y yo no tengo nada que decir al respecto", comentó Maxwell, quien negó que el punta sueco fuese un jugador díscolo, sino más bien tranquilo. "Yo, personalmente, nunca he presenciado un acto de indisciplina suyo", sentenció.