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La ONU sigue sin poder confirmar cifras de muertos en Sudán del Sur

EFE

Naciones Unidas continúa hoy sin poder confirmar cifras, ni una estimación aproximada del número de personas que murieron en los enfrentamientos tribales registrados la semana pasada en Sudán del Sur, donde hoy se lanzó una operación humanitaria "a gran escala" para ayudar a los afectados.

"La Misión (para la estabilización de Sudán del Sur) está buscando confirmar la validez de los diferentes informes que han aparecido con cifras diferentes, pero es realmente muy difícil tener una idea precisa en este momento", afirmó el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, ante la prensa en la sede central del organismo.

Preguntado en concreto por los informes que aseguran que las autoridades de la zona han contabilizado ya unos tres mil cadáveres, el portavoz del secretario general subrayó que se trata de reportes variados "que en este punto siguen sin estar confirmados" y que habrá que ver finalmente lo que se pueda confirmar en el terreno.

Nesirky subrayó que la misión de la ONU ha reforzado la presencia de "cascos azules" en zonas clave de la región de Jonglei, uno de los diez estados que conforman el país, y que realizan a diario patrullas "por aire por tierra" para frenar un potencial recrudecimiento de la violencia.

El portavoz aseguró que la misión de la ONU seguirá prestando apoyo a las autoridades sursudanesas para proteger a la población, cuya responsabilidad principal recae, dijo, en las autoridades, y añadió que habrá que estar vigilantes por las violaciones de derechos humanos que se hayan podido cometer.

La ONU lanzó hoy una operación humanitaria de emergencia "a gran escala" para responder a la grave crisis desatada la semana pasada por los enfrentamientos tribales entre las comunidades Murle y Lou Nuer, con la que se pretende ofrecer asistencia de primera necesidad a unas 50.000 personas afectadas.

El portavoz de Ban confirmó también que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el portugués António Guterres, viajará este fin de semana a Sudán del Sur, donde mañana sábado visitará Juba, la capital del país, y el domingo acudirá a un campo de refugiados.

La operación de emergencia es organizada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), y en ella participan la Unicef, el Fondo Mundial de Alimentos (PAM), la Organización para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

La ONU ya expresó el martes su gran preocupación por la situación en Sudán del Sur, a través de la vicecoordinadora humanitaria de la ONU en Sudán del Sur, Lise Grande, quien mencionó que podrían ser "decenas, quizá centenares de personas fallecidas", aunque reconoció que todavía es pronto para confirmar cifras.

Por su parte, el jefe de Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, se limitó a asegurar el jueves a la prensa que los "cascos azules" de la ONU que se encuentran desplegados en Sudán del Sur han podido avistar hasta el momento "varias decenas" de cadáveres.

Más de mil personas murieron el año pasado en choques tribales en Sudán del Sur, donde el estado más afectado es Jonglei, mientras que las tensiones han provocado miles de desplazados en el país, el último que ha entrado a formar parte de Naciones Unidas tras su independencia de Jartum.

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