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La OPEP tomaría "serias medidas" si el G-20 no alivia la crisis crediticia

EFE

El ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, dijo hoy en Viena que la OPEP deberá tomar "serias medidas" si para finales de mayo los precios del petróleo no se han recuperado a un nivel más alto que el anterior, algo que estimó dependiente de que el G-20 logre resolver la escasez crediticia.

En declaraciones a un grupo de periodistas en Viena, Jelil expresó su confianza en que el G-20, que se reúne el 2 de abril en Londres, tome una decisión que ayude a destrabar el bloqueo de flujos de capitales y despierte "esperanza" en los mercados.

"No tienen otra opción, tienen que salir con un resultado", dijo.

En caso de que la reunión logre inyectar optimismo a las bolsas internacionales, Jelil espera que el precio del crudo mantenga una tendencia estable o al alza, a la par de los parqués, y se recupere lentamente hasta los 60 dólares hacia fines de año.

Pero si no ocurre así, y las cotizaciones del barril (actualmente en torno a los 45 dólares) vuelven a la tendencia bajista, entonces la OPEP probablemente pactará un nuevo recorte de su oferta.

La conferencia ministerial de esa organización, que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo, decidió el domingo en Viena mantener la reducción del bombeo de 4,2 millones de barriles diarios (bd), hasta los 24,8 millones adoptada en diciembre para fomentar la recuperación de los precios.

"Nosotros aportamos nuestra parte en esta sociedad y ellos (el G-20) aportan la suya", dijo el ministro argelino en alusión a la contribución que esperan los productores de petróleo de la cumbre de las veinte principales economías del mundo.

"Creemos que un precio entre los 70 y 80 dólares sería razonable", comentó Jelil el nivel deseado por la OPEP del coste del crudo, pero se lamentó de que los países industrializados no se hayan pronunciado al respecto, una cuestión que no se ha solucionado y que debería ser acometida.

Este sería un buen precio porque no sólo ayuda a los países productores, sino que también ayudaría a renovar la industria de energía renovable, como la solar que debe ser desarrollada y a ahorrar más recursos energéticos en calefacción y automoción.

Sobre el contacto establecido con la nueva administración norteamericana, Jelil comentó que ésta está muy interesada en una nueva política de favorecer el control de la demanda mediante un uso más eficaz de la energía y el desarrollo de nuevas energías que hagan a la primera economía mundial menos dependiente del crudo.

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