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Palabras con truco para el nuevo mundo

El sociólogo Michel Maffesoli publica Iconologías, un ensayo sobre los nuevos mitos

PEIO H. RIAÑO

No deja palabra sin desmontar. Es como si Michel Maffesoli (Francia, 1944), uno de los fundadores de la sociología cotidiana, que estudia lo común y lo corriente, tuviera miedo a pasar por los mismos sitios por los que anduvo la modernidad. Lleva nombrando las nuevas tendencias sociales desde hace más de 30 años y más de 20 libros. Ahora habla de idolatrías postmodernas, de la multiplicidad de dioses que se crean y se crían cada día en Internet, tal y como explica en su nuevo ensayo Iconologías, publicado por Península.

Maffesoli cambia todas las palabras, las da la vuelta como a un calcetín viejo y roído, buscando nueva vida para un nuevo mundo. Habla de religancia, para referirse a la religión como aquello que re-liga, que establece vínculos; de los raveros, asistentes a una fiesta rave; del presenteísmo, un neologismo compuesto por las palabras 'presente' y 'teísmo', al referirse a la divinidad del presente; o de la invaginación, para hablar del fin de la primacía del patriarcado, gracias a la imaginación de las mujeres.

Parece un truco de magia y a veces un chiste fácil. Escribe en el libro que la verdadera rebelión se halla en la irrisión y lo confirma con estas combinaciones rocambolescas, que tantean un mundo en plena crisis y en la cresta del cambio. Maneja la ristra de palabrejas tras su pajarita de lunares, al tiempo que juega con su IPhone. Interrumpe sus palabras para mirar cómo respira el aparato que le mantiene conectado a todos esos nuevos ídolos de los que habla en el libro, montado como un diccionario de referencias postmodernas: Harry Potter, la barbade tres días, Che Guevara, Google, Houllebecq, My-Space, El principito, las raves, Second Life, Zidane, tribus

Todo eso suena a un panteón infinito, que se actualiza a diario. 'Cuando hay un solo Dios, siempre matamos al otro en nombre de él; cuando hay varios dioses, son los dioses los que se hacen la guerra, los hombres están tranquilos. Así que cuantos más dioses haya mejor', aclara. Sin embargo, Maffesoli descuida en el libro la publicidad, generadora infatigable de mitos. El autor apunta que ya trató el fenómeno con anterioridad en otro de sus libros, pero que tiene al respecto una teoría que puede sorprender: 'Quizá te choque lo que te voy a decir. La publicidad es la mitología de la postmodernidad. No veo la televisión, pero lo que más interesante me parece de la televisión es la publicidad. Hay una cristalización de las promociones en dioses'.

'La idea básica de este libro es el retorno del ideal comunitario, lo que yo he llamado tribu. No el individualismo, ni el colectivismo, lo comunitario', se refiere fundamentalmente a las redes sociales. Maffesoli está entregado a las redes sociales desde hace años, ya que gracias a ellas la sociedad ha pasado por el 'reencantamiento', a pesar de que los analistas de la modernidad 'creían que la tecnología había provocado el desencanto'. 'Pero no es así. Internet es un tótem, es algo mágico y la desconfianza de los intelectuales con Internet es la mierda', y ríe. Él habla de la tecnomagia para referirse a esa atracción totémica, en torno a la que se reúnen los afectos, algo absolutamente tribal.

El último pase de pecho del sociólogo y su vocabulario de manga ancha es el término societal. 'Lo social ya no existe', porque el contrato social de Rousseau ha muerto para dejar paso a la fiesta, a lo onírico, al pacto social. 'Las palabras nos avanzan la realidad', dice. 'El pacto es emocional, efímero, todo lo contrario al contrato. El contrato racional marcó la modernidad, el pacto emocional define ahora la postmodernidad', y una de las manifestaciones de ese pacto, del que tiran hasta los políticos, son los iconos.

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