Este artículo se publicó hace 16 años.
El Papa dice que el comunismo dejó en herencia una cultura de la sospecha
Benedicto XVI dijo hoy que el largo periodo comunista vivido en Hungría ha marcado duramente a su población y ello se ve en la cultura de la "sospecha" todavía existente, en la dificultad que tienen los húngaros para fiarse los unos de los otros.
El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los obispos húngaros presentes en el Vaticano para la tradicional visita "ad limina", la que están obligados a realizar a la Santa Sede todos los prelados del mundo cada cinco años.
"Por desgracia el largo periodo comunista ha marcado duramente a la población húngara y se notan las consecuencias, que se ven en la dificultad que tienen para fiarse unos de otros, típica de quien ha vivido durante un largo tiempo en un clima de sospechas", denunció el Papa.
El Obispo de Roma agregó que ese sentido de inseguridad se ha acentuado con la difícil coyuntura económica, "que un desconsiderado consumismo no contribuye a mejorar".
El Papa se refirió también a la secularización que vive el mundo actual y dijo que la primera dañada es la familia, "que también en Hungría atraviesa una gran crisis, que se puede ver en el notable descenso de matrimonio y el impresionante aumento de divorcios".
Benedicto XVI denunció la "multiplicación de las llamadas parejas de hecho".
"Justamente habéis criticado el reconocimiento público de las uniones homosexuales. Esas situaciones, unidas a las carencias de subsidios para las familias numerosas y a la difusión del aborto, ha llevado a una drástica disminución de los nacimientos", subrayó.
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