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Con el reclamo de Picasso, el instituto Cervantes se presenta en sociedad en India

EFE

Con una exposición de grabados de Pablo Picasso como reclamo, el Instituto Cervantes de Nueva Delhi se presentó hoy en sociedad, dispuesto al diálogo cultural con la India y a convertir el español en una lengua de referencia en el gigante asiático.

"La vocación es mostrar lo mejor de nuestra cultura", declaró en rueda de prensa la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.

Se trata de un centro de 3.900 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, con diecisiete aulas, una de ellas multimedia, un auditorio con capacidad para 150 personas, dos salas de exposiciones, una de conferencias y una biblioteca.

La sede, en funcionamiento desde hace meses, será inaugurada mañana por los Príncipes de Asturias, pero hoy Caffarel compareció ante la prensa para resumir la filosofía que seguirá el Cervantes de Delhi: dialogar con su país de acogida y mostrarle el potencial del español.

"Es un idioma de futuro, ligado a la mejora económica, a la posibilidad de encontrar trabajo", dijo la directora, quien recordó que el español es "el segundo idioma de comunicación internacional".

Para este año, en el Cervantes se han matriculado unos mil alumnos, pero la sede espera que el número de estudiantes siga creciendo hasta desbancar a otras lenguas con más difusión en la India, como el francés.

Caffarel detalló las iniciativas culturales que tiene previsto organizar el centro en las próximas semanas, pero se detuvo en la exposición de Picasso, "Suite Vollard", que ha llegado a la India de la mano de la Fundación Mapfre.

"Aclaramos al mundo que Pablo Picasso es español, de Málaga, y no francés", bromeó la directora, haciéndose eco de un equívoco al que no es ajena la India.

La exhibición cuenta con cien grabados, la mayoría aguafuertes, de entre 1930 y 1937, realizados por encargo del marchante de arte y editor Ambroise Vollard.

Con una fuerte carga mitológica, la serie de grabados, elegantemente dispuesta, muestra a minotauros ciegos guiados por niñas, escenas báquicas, mujeres desnudas e incluso la cabeza de Rembrandt garabateada y en compañía femenina.

Destacan los cobres de escultores inmersos en su labor, descansando o en otros menesteres, unas láminas que en su conjunto reflexionan sobre la tensión y el tormento del hombre frente al hecho artístico.

La exposición, aún pendiente de inauguración formal mañana y que se cerrará en enero de 2010, ya ha llamado la atención de algunos medios de la India, país poco acostumbrado a disfrutar de las obras de los grandes artistas de Occidente.

"No hay mejor tarjeta de visita", resumió en declaraciones a Efe el director del Cervantes de Delhi, el experto en sánscrito Òscar Pujol.

Picasso es un referente en la India sobre todo a causa de su fuerte influencia sobre el arte contemporáneo indio, palpable en célebres pintores como M.F. Husain y el recién fallecido Tyeb Mehta.

Menos conocido en el gigante asiático es otro español universal, con una relación poética inadvertida con la India y cuyo nombre ha servido para bautizar la biblioteca del centro delhí: Juan Ramón Jiménez.

Tal y como detalló hoy Caffarel, el poeta de Moguer tradujo junto a su esposa, Zenobia Camprubí, parte de la obra del escritor bengalí Rabindranath Tagore, el único Nobel de Literatura indio, algo que la luminosa biblioteca explica en los carteles instalados a su entrada.

Caffarel y Pujol coincidieron hoy en que el Cervantes de Delhi se deberá encargar ahora de buscar estos puntos de contacto entre el mundo hispánico y la India.

La relación de Juan Ramón y Zenobia con Tagore es un buen ejemplo: algunos expertos se han preguntado si la obra del bengalí tuvo algo que ver en su idilio amoroso, ya que empezaron a traducir sus obras poco antes de contraer matrimonio.

Agus Morales

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