Este artículo se publicó hace 13 años.
La 'Stasi', desde dentro
Una exposición permanente, al lado del Check Point Charlie, mostrará los entresijos de la RDA más opresora
El presidente alemán, Christian Wulff, ha recuperado a la Stasi en el 21 aniversario del asalto popular a la sede del organismo. El centro de documentación de la policía política de la extinta República Democrática Alemana (RDA), cuenta con una exposición que refleja lo que fue la vigilancia de la esfera pública y privada de los ciudanos a cargo de la Stasi.
Wulf ha inaugurado la muestra, en pleno corazón de Berlín, en un edificio cercano al antiguo Checkpoint Charlie, uno de los mas conocidos ex pasos fronterizos entre el este y el oeste y que se ha convertido en un imán turístico para Berlín. En el acto de apertura, el presidente alemán realizó una llamada a no minimizar los crímenes del comunismo y a recordar a la disidencia que se levantó contra la dictadura y derribó el Muro. Esta exposición es complementaria a la del museo de la Stasi instalado en lo que fue la central de la policía política comunista, en el algo menos céntrico barrio de Friedrichshain.
La inauguración coincidió con el aniversario del 15 de enero de 1990 cuando miles de ciudadanos asaltaron el edificio comunista más representativo. Unas 16.000 sacas con documentos de la Stasi, quedaron destrozados por la multitud, tras lo que una empezó la interminable tarea de restauración de esas actas por la autoridad federal.
En las semanas posteriores a la caída del Muro, el 9 de noviembre de 1989, los funcionarios de la RDA habían tratado ya de destruir las comprometedoras actas. Pese a los intentos por destruir el material por el funcionariado, primero, y del asalto de la multitud enfurecida, después, se salvaron unos 112 kilómetros de actas, con unos 39 millones de archivos.
Colaboración no oficialJunto a los archivos e informes por escrito, se conservaron unos 1,4 millones de fotos, 164.000 grabaciones y 7.800 disquetes del aparato de espionaje que llegó a tener 90.000 agentes, y 180.000 confidentes o "colaboradores no oficiales", en la terminología de entonces . Desde que se abrieron a la consulta pública en 1991, unos 1,6 millones de personas han solicitado acceder al material acumulado por la Stasi, en su mayoría gente que se sintió "espiada".
El primer año (1992), el cómputo de solicitudes de consultas superó las 40.000 mensuales, cantidad que bajó progresivamente hasta las cerca de 20.000 por mes durante los cinco años siguientes.
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