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El Teatro Real "arma el taco" en la cárcel de mujeres de Alcalá Meco

EFE

Tres de las "más grandes", Eva Amaral, Carmen Linares e Isabel Rey, han "armado el taco" hoy en la cárcel de mujeres de Alcalá Meco, cuyo salón de actos se "caía" de aplausos en agradecimiento al concierto "mágico" y "bestial" que han protagonizado, promovido por el Teatro Real para introducir la ópera en las prisiones.

"Nunca me había pasado esto", confesaba la cantaora Carmen Linares en declaraciones a Efe sobre la rara circunstancia de que ella estuviera por bulerías en el escenario y todos los asistentes, entre ellos el director general de Instituciones Penitenciarias, Virgilio Valero, el director general del Real, Miguel Muñiz, y su director artístico, Antonio Moral, mirando hacia atrás.

La razón es que una de las 240 internas que han accedido al salón de actos, Marimar, se había arrancado a bailar en su butaca mientras todas las demás jaleaban lo que parecían unas acertadas "pataítas".

Linares ha decidido parar para invitar a la espontánea al escenario y cantarle para que bailara de nuevo, y eso ha sido el delirio: bravos, olés, piropos, aplausos... pero sobre todo para la generosa cantaora, que, no contenta con eso, ha querido ceder su sitio a una de sus palmeras, Ana González, para que cantara e incluso ella, que jamás lo hace, ha bailado "un poquito".

"Ha sido todo perfecto. Me ha gustado muchísimo entrar en un mundo en el que se pueden dar otras cosas", añadía Linares, que, al igual que el resto de los artistas, la presentadora, Angels Barceló, y los técnicos, ha trabajado gratis para este primer concierto "Todo es música", que hará el Real en distintos centros merced al acuerdo firmado con Instituciones Penitenciarias.

"Me ha parecido bestial. Ha sido muy bonito que artistas tan distintos hayamos estado juntos, a pesar de que una cárcel sea un sitio triste", decía a Efe Juan Aguirre, componente con Eva Amaral del grupo de pop Amaral, mientras que su compañera aseguraba que ha sido "increíble" y que han disfrutado durante hora y media del público "más entregado" que han tenido nunca.

A la soprano Isabel Rey, que ya ensaya en el Real el papel de Susana para "Las bodas de Fígaro", la experiencia ha sido "de esas cosas maravillosas que te llenan el corazón" por eso, revelaba a Efe, se iba de allí "en una nube".

Rey ha sido la que ha tenido que explicar con más detenimiento las piezas que iba a cantar porque, como ella misma reconocía, lo suyo era "la oveja rara" del grupo, pero manifestaba su convencimiento de que les iba a sorprender.

El calor con el que el público ha recibido el aria de las joyas de Gounod, el vals de Musetta, el aria "Mio babbino caro" y la romanza "De España vengo", ha hecho decir a la soprano que "ojalá todos los teatros estuvieran siempre llenos de manos como éstas".

A Barceló le ha parecido "mágico" e "impresionante", y a Antonio Moral, "espectacular". "Ese es el público -ha asegurado- que hay que llevar al Real, para que aplauda con ese calor".

"Estoy superexcitada, mira cómo sudo. No lo voy a olvidar en mi vida", decía llorosa la dominicana Isay a Efe, mientras muchas de ellas corrían en pos de las artistas para hacerse fotos con ellas y conseguir autógrafos. "Ya verás cuando vea mi hija el de Amaral, no me va a querer ni nada", se deleitaba Carmen.

También estaba "encantado" Virgilio Valero porque, declaraba a Efe, "no todo el mundo tiene la suerte de presenciar algo así", y el coordinador de la iniciativa, Juan Merchán, que desvelaba a Efe que eligió a Amaral, Linares y Rey no sólo "porque son tres de las más grandes, sino porque no dudaron en aceptar la oferta".

De las 600 reclusas que hay en el centro el 60% son extranjeras y la mayoría están por tráfico de drogas. Romper la rutina es "lo mejor" en un sitio que se caracteriza, según su director, José Luis Cuevas, "por que nadie puede caminar en línea recta, siempre hay barreras".

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