El primer ministro checo, Mirek Topolanek, ha declarado que él debería liderar cualquier nuevo Gobierno, a pesar de haber perdido una moción de censura, y en una entrevista publicada el miércoles dijo que su partido rechazaría a todos los demás candidatos.

Topolanek declaró al diario Hospodarske Noviny que sus rivales al puesto sólo llegarían al poder forjando una alianza con los comunistas, que se han visto desplazados en la política checa desde la caída del régimen comunista en 1989.

El presidente, Vaclav Klaus, tiene el derecho exclusivo de designar al nuevo primer ministro. Hasta entonces, la coalición de tres partidos de Topolanek seguirá en el cargo, posiblemente hasta que la República Checa complete su turno en la presidencia europea a finales de junio.

"La opción es designar a Mirek Topolanek por que los Demócratas Cívicos no permitirán ninguna otra designación", declaró Topolanek al Hospodarske Noviny.

"Si el presidente designa a alguien más abriría el camino a los comunistas (para participar) directa o indirectamente en el Gobierno", dijo Topolanek.

algunos de ellos aliados de Klaus, se alinearon con la oposición izquierdista el martes para derrotar al Gobierno, una crisis que podría llevar a elecciones anticipadas a finales de este año.

Este ha sido el tercer gobierno de Europa del Este que cae este año después de que los líderes de Letonia y Hungría renunciaran cuando sus economías se vieron afectadas por la crisis financiera mundial. La derrota de Topolanek, sin embargo, ha tenido más que ver con altercados nacionales y rivalidades personales.

Jiri Paroubek, líder de los socialdemócratas de la oposición, dijo que en verano se formaría un grupo de expertos para llevar el país hacia unas elecciones anticipadas en otoño o la próxima primavera.