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De trapicheos en el barrio a una fortuna millonaria

Un delincuente hábil en los 'negocios' de carácter osado, violento y soberbio

RAMIRO VAREA

A pesar de su juventud (en agosto cumple 33 años), Mohamed Taieb Ahmed, El Nene, es un viejo conocido de las autoridades españoles. Nacido en Ceuta en agosto de 1975, este narcotraficante pronto comenzó a demostrar sus 'habilidades' en la venta ilegal del hachís.

Dio sus primeros pasos como delincuente en las calles de Ceuta, las mismas en las que fue detenido hace sólo dos días. Allí comenzó a labrarse su 'carrera'. Un ascenso meteórico que le ha proporcionado fama y admiración en su mundo marginal, y dinero. Mucho dinero. La Policía estima que sus negocios le han proporcionado una fortuna millonaria, que puede superar con mucho los 30 millones de euros. Fanfarrón, provocador y soberbio, El Nene ha manifestado públicamente tener más millones que años.

Los antecedentes policiales llegaron cuando todavía era menor de edad. Siendo todavía un niño, inició sus andanzas como mensajero y chico de los recados para traficantes, camellos y contrabandistas. Hizo sus primeros trapicheos en el barrio ceutí del Príncipe. A los 14 años deja el colegio y comienza a trabajar para Mohamed Echeeri, el rey indiscutible del hachís en el norte de Marruecos.

Con 16 años, este adolescente de carácter osado y desafiante decidió pasar a la acción y se lanzó directo a las aguas del Estrecho. Allí comenzó a pilotar lanchas motoras atiborradas de droga, que descargaba en las playas de Andalucía. Su pericia al timón era extraordinaria, incluso en condiciones meteorológicas extremas. Su historial delictivo empieza a inflarse: lesiones, resistencia a la autoridad, daños, tráfico de drogas, asociación de malhechores, tenencia de armas, tentativa de homicidio... Mohamed pone en jaque a la Policía y a la Guardia Civil, así como a la Justicia.

En 1996, apaleó a dos militares en Ceuta. Antes, cuando contaba 17 años, tiroteó a un rival durante una carrera ilegal de coches. Sus acciones se tiñen de violencia. No le tiembla el pulso a la hora de empuñar un arma. Y no cesa de crecer su fortuna. Decide montarse el negocio por su cuenta, y forma su propio equipo. Las cifras son espectaculares. La Policía calcula que la banda de El Nene llegó a introducir en España hasta 50 toneladas de hachís al año. Según publicó La Gazzete du Maroc, uno de cada diez porros que se consumen en España contienen hachís suministrado por él.

En 1998, ya era un veinteañero mujeriego y juerguista que poseía un yate de lujo y dirigía toda una infraestructura criminal. Sus idas y venidas por distintas cárceles de España son, desde entonces, algo cotidiano: Badajoz, Madrid, Ceuta... Pero la celda no impide que cese su actividad. Todo lo contrario.

En 2002, huye del centro de reinserción social Victoria Kent, en Madrid, después de engatusar a un juez con unos planes que nunca llevó a cabo. Compra villas de lujo en Marina Smir, una prestigiosa urbanización próxima a Tetuán. Blanquea el dinero en negocios que pone a nombre de sus familiares. Le da tiempo incluso a tener una hija. Hasta que en 2003 es condenado en Marruecos, e ingresa en la cárcel de alta seguridad de Kenitra, de la que huyó hace cuatro meses. Su aventura concluyó hace dos días en Ceuta.

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