La autora pretendía escribir una novela de intriga pero terminó centrándola en su mundo. La historia la cuenta Sara Surp, una escritora que no sabe decir no y que sufre el acoso de uno de sus lectores. Una tertulia literaria, en la que Monsó explota toda su ironía, es el detonador del desenlace.

8 ¿Bautiza con nombres como Vozdemusgo o Rizosereno a los asistentes de sus charlas?

Me resulta incómodo tener un público delante, y bautizo a los asistentes hasta que los conozco, pero lo hago con cariño.

7 ¿Nunca descarta el humor?

Siempre he necesitado escribir con ironía. Incluso en los libros más trágicos incluyo una mirada irónica que te ubica dentro de la gran tragedia humana.

6 ¿Siente mucha responsabilidad por traer libros al mundo?

Tengo mucha facilidad para desvincularme de la obra finalizada, tanto para lo bueno como para lo malo. Leer es un acto muy creativo y no asumo ninguna responsabilidad.

5 En el libro apunta una falta de conciencia crítica entre los jóvenes.

Creí que hay un cierto conformismo y bastante desorientación. A nivel familiar salimos de una ola de padres preocupados por la autoestima de sus hijos, y esos jóvenes sienten que no necesitan esforzarse por nada, porque tienen un alto conceptode sí mismos.

4 ¿Se identifica con la narradora?

Me identifico con su amabilidad provocada por la dificultad de saber decir no. Al final terminas siendo brusco porque lanzas una franqueza desproporcionada.

3 ¿De dónde ha sacado un personaje que escribe mientras duerme?

De mi propia experiencia. Insisto mucho en remarcar el peso del subconsciente en la escritura. Uno vierte el alma desde la ebriedad de la vigilia. En la vida normal, en la sobria, eso no ocurre.

2 ¿Se ha sentido acosada por algún lector?

Todos hemos sufrido algún tipo de acoso, incluso con amigos. En una relación, de vez en cuando, hay uno que pide más que el otro y eso acostumbra a resultar incómodo.

1 ¿Cómo se encontró a Hugo, el acosador?

Es un neurótico de manual, preocupado por la profilaxis y el futuro, con el que me sentí identificada. Siempre he parodiado a los personajes obsesivos, pero con este lo dejo. La muerte, el duelo por mi compañero me curó de ese carácter obsesivo.