Este artículo se publicó hace 17 años.
‘Wedding planner’: cómo casarse y no morir en el intento
Invitaciones, vestido de novia, fotógrafo, peluquería, recuerdos... Los meses que preceden a una boda pueden ser de lo más estresante, a menos que la suegra sea una organizadora nata. Para quienes no corran esta suerte y pretendan no perder la cordura en el período preconyugal, lo más recomendable es recurrir a una empresa especializada en el llamado wedding planner. Este servicio garantiza la organización del enlace para que la boda no resulte un marrón para los contrayentes.
Desde la empresa Wedding Concept, Lorena Sammarco y Claudia La Valle explican que su misión consiste en administrar cada uno de los detalles del evento. Desde el alquiler del coche nupcial, a la decoración floral, pasando por la contratación del catering o la orquesta. Todo parte de un encuentro distendido con la pareja: “Nos cuentan qué imaginan para su boda, cuáles son sus gustos y preferencias, qué les gustaría y que no”.
A partir de esta conservación, las project managers elaboran un concepto que caracterizará la boda y en torno a él elaborarán una serie de propuestas. Esto permite personalizar las bodas para convertirlas en un día verdaderamente inolvidable. Las compañías de wedding planner se encargan de todo menos del pago, que corre a cargo de los futuros esposos.
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