Uno de los trucos fundamentales para desperdiciar menos comida es guardar correctamente los productos y alimentos que compramos o que cocinamos. Aunque creas que es tan sencillo como introducir cualquier cosa en el congelador y olvidarte hasta que la cojas, lo cierto es que cada unidad ha de ser almacenada correctamente para que no pierda sus propiedades ni su calidad.
Hoy te damos las claves para congelar bien los alimentos y resolvemos tus dudas para cuando no tengas muy claro cómo proceder a la congelación de pescados, carnes, panes y mariscos sin que pierdan sus propiedades.
Utiliza recipientes y bolsas de congelación
No debes de introducir en el congelador los alimentos en cualquier bolsa o recipiente. Olvídate de platos o esas bandejas blancas en las que vienen muchas de tus compras y utiliza bolsas de congelación, recipientes plásticos con tapa o film especial para congelar.
En todo caso has de retirar todo el aire antes de sellar las bolsas de congelado y distribuir los alimentos en pequeñas cantidades, ya sea para una receta o por unidades, de manera que solo tengas que descongelar exactamente lo que necesites cuando vayas a cocinar. Una buena costumbre es colocar en la bolsa o recipiente una etiqueta donde has de anotar el contenido y la fecha de congelación. Y a la hora de introducirlos en el congelador procura que quede espacio entre ellos para que circule el aire.
Congelar el pescado
Para congelar el pescado debe estar limpio, sin escamas y sin vísceras. Lo más adecuado es que lo pases bajo el grifo, quites las escamas y vísceras y lo seques para eliminar toda humedad antes de envolverlo en en papel film, papel de aluminio o en una bolsa especial de congelados. Después, ya puedes introducirlo en el congelador.
Acostúmbrate a congelar la pieza de pescado según la vayas a consumir. Si lo vas a preparar al horno, congela la pieza entera, pero si vas a cocinarlo en rodajas o lomos, córtalo fresco y congela las porciones de esa forma. Recuerda que cuanto más fresco esté a la hora de congelarlo, mejor, así que no dejes pasar tiempo a la hora de hacerlo.
Congelar marisco
Seguro que más de una vez has pensado comprar marisco para congelarlo para las fechas navideñas y ahorrar así en tu presupuesto en tales fechas. Los bivalvos, como almejas y berberechos, debes guardarlos al vacío crudos y luego introducirlos en el congelador.
Por su parte, crustáceos como nécoras, cangrejos y centollas deben congelarse cocidos. Déjalos enfriar antes de envolverlos en el film transparente o en la bolsa al vacío. En el caso concreto de las centollas recuerda que deben almacenarse con las patas para arriba, de manera que no puedan perder el caldo de su interior.
Por último, langostas, cigalas, gambas y bogavantes se pueden congelar cocidos o crudos dependiendo de cómo vayan a prepararse. Si se van a cocinar a la plancha, lo más adecuado es que estén crudos, pero si vas a consumirlos cocidos su congelación debe ser ya de tal modo.
Congelar la carne
Al igual que sucede con el pescado, debes congelar la carne en los trozos, filetes o formato que la vayas a cocinar, ya que no es adecuado la congelación de piezas grandes. También resulta recomendable quitar la grasa visible y, en el caso concreto de la carne cocinada, esperar a que se enfríe primero. En todo caso lo mejor es utilizar recipientes herméticos para la carne cocinada y film o bolsas de congelación para el resto.
Lo que tienes que tener especialmente en cuenta es el tiempo durante el cuál puede congelarse la carne para que esté en perfecto estado. Por lo que respecta a la carne picada, los chorizos y las salchichas, su tiempo máximo es de dos meses, mientras que las carnes magras entre seis y 12 meses y las carnes grasas entre tres y seis meses.
No obstante, no se aconseja que los alimentos que congelamos en casa se consuman pasados los tres meses por motivos de calidad. En el caso de los productos que ya compramos congelados basta con seguir las instrucciones del fabricante en el etiquetado.
Congelar el pan
Si te gusta mucho el pan, puedes congelar alguna barra u hogaza para los apuros. El método también es sencillo. Utiliza las bolsas de congelación y asegúrate de que queden bien selladas. En el supuesto de hogazas grandes puedes envolverlas en papel de cocina y luego en papel de aluminio, y por lo que respecta a barras o trozos de menor tamaño también puedes cortar el pan para congelar en rebanadas. En todo caso, el tiempo máximo que debe estar el pan congelado es de un mes, a partir de ahí perderá todas sus cualidades.