Por qué el renting o comprar un coche de segunda mano es lo mejor para el medio ambiente y tu bolsillo

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En un momento de la historia de nuestro planeta donde el cambio climático es evidente, intentar contribuir a disminuir la contaminación y los gases que afectan al planeta sería una buena decisión. Múltiples equipos de científicos han llegado a la misma conclusión: la era industrial ha sido el inicio del salto en las temperaturas a nivel mundial. Las capas de hielo de los polos se derriten, los niveles del mar no paran de subir, los océanos se han vuelto casi un 50% más ácidos y los desastres climáticos se han multiplicado.

Ante este panorama, qué menos que optar por vehículos procedentes de renting o de segunda mano para cuidar el medioambiente.

Qué es y por qué es mejor el renting

Renting de coches

Con un coche seminuevo, el cual puedes comprar directamente o bien disfrutarlo en modalidad de renting durante un año, no renuncias ni a tecnología ni seguridad. Esta es una de las ventajas de optar por el renting en lugar de adquirir un vehículo nuevo. Además de ahorrar una buena cantidad de dinero, también estarás cuidando del medioambiente, ya que donde más contamina un coche es en su proceso de fabricación.

Un buen ejemplo de este tipo de vehículos son los que ofrece ALD Carmarket, empresa de renting de coches que cuenta con una flota de miles de vehículos seminuevos disponibles con informe de peritación y un histórico de mantenimiento.

Y hablando de ahorro económico, no hay que olvidar que los precios de los vehículos nuevos están al alza en un mercado de inflación. Si a esto le sumamos que la depreciación media es del 20% en su primer año, la alternativa de un coche de segunda mano o de renting se ve más clara si cabe. Además, por supuesto, del evidente ahorro en cuanto a la inversión inicial que se ha de hacer para adquirir un automóvil de fábrica.

Pero ¿qué es el renting y cómo funciona? Pues bien, funciona como un alquiler a largo plazo donde se utiliza el vehículo sin tener que hacerse cargo del mantenimiento, las reparaciones, el seguro, la asistencia en carretera o incluso las multas y la ITV. Lo único que no está incluido en esta modalidad de uso de vehículos es el combustible, la limpieza, los peajes o el aparcamiento. Y, quien quiera comprar el vehículo puede hacerlo a partir de los seis meses de contrato.

Fuente: Pixabay

En este tipo de contratos se incluye un kilometraje anual, teniendo que abonar el exceso en caso de superarlo. También tiene la ventaja de que pueden conducirlo otras personas, siempre y cuando tengan 25 años o más y más de dos años de carnet en vigor. Con la ventaja añadida de que, si pruebas el coche y no te convence por algún motivo, puedes devolverlo en un plazo de 15 días o a los 1.000 km. Y si la decisión es todo lo contrario, es decir, quieres comprarlo, puedes obtener interesantes descuentos y oportunidades.

Por otra parte, escoger un tipo de renting donde todos los automóviles proceden de un contrato de renting anterior de unos pocos años, con todas las pruebas y revisiones pasadas rigurosamente, es sin duda una buena decisión. No solo se estará eligiendo la mejor forma de llevar a cabo este tipo de contratos, sino que también se está contribuyendo a proteger el medioambiente. Utilizar el parque de vehículos ya existente es mucho mejor que seguir fomentando la fabricación de nuevos coches.

Por qué elegir el renting de VO y la compra de segunda mano

Aunque en años recientes se hablaba de un receso en la fabricación de vehículos debido a la escasez de chips en el mercado, lo cierto es que con los coches que ya hay fabricados da de sobra para que todas aquellas personas que quieran disponer de vehículo puedan hacerlo. Eso sí, siempre que opten por la compra o el renting de segunda mano. Utilizar lo que ya existe en lugar de fabricar y fabricar hasta el infinito se hace más necesario que nunca.

Promover la economía circular es tarea de todos.Como prueba, tenemos el dato de lo que se ahorra en contaminación si se decide cambiar de paradigma y escoger esta otra alternativa. En un estudio reciente donde se analizó el impacto de la fabricación de vehículos en el medioambiente y cómo se reducía este si se utilizaban coches de segunda mano, se llegó a la conclusión que se ahorrarían en torno a las 575.000 toneladas de CO₂ al año, que sumado a otro tipo de reciclajes llega al total de 700.000 toneladas anuales.

*Contenido elaborado en colaboración con una marca



Redacción Ahorro

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