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Medio ambiente Un macroestudio muestra cómo la contaminación mata a corto plazo

Concluye que la exposición a la polución en el aire conduce a un exceso significativo en el número de muertes, dada la exposición generalizada y las grandes poblaciones que viven en zonas urbanas.

Imagen de Barcelona. REUTERS

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La evaluación de la contaminación del aire más grande realizada hasta la fecha —incluye datos sobre más de 650 ciudades de todo el mundo— muestra cómo la exposición a la polución del aire que nos rodea conduce a un mayor riesgo de mortalidad a corto plazo.

El estudio, dirigido por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, en el Reino Unido, y la Universidad de Fudan, en China, cuenta con la colaboración de investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e incluye datos de 45 ciudades españolas, entre ellas Madrid, Barcelona y Sevilla, apunta el organismo español en una nota.

Una de las conclusiones de este macroestudio, publicado en en la revista New England Journal of Medicine, es que un aumento diario de 10 microgramos por metro cúbico en partículas en suspensión inhalables (PM10) y finas (PM2.5) se asocia con un aumento en la mortalidad de 0.44% y 0.68%.

Imagen de Madrid. EUROPA PRESS

Imagen de Madrid. EUROPA PRESS

Para llegar a esta conclusión, han reunido datos de series temporales de 652 ciudades de 24 países en el período comprendido entre 1986 y 2015. Mediante el uso de métodos estadísticos avanzados, han podido comparar cómo la mortalidad diaria aumenta cuando hay mayores concentraciones de contaminación urbana por partículas en suspensión en el aire, emitidas sobre todo por los tubos de escape de los vehículos.

“Se ha encontrado  que, en promedio, un aumento de 10 microgramos/m3 en partículas inhalables (PM10) –capaces de penetrar hasta los pulmones- y finas (PM2.5) —generadas por la combustión y que pueden penetrar hasta el torrente sanguíneo— se asocia con un aumento en la mortalidad de 0.44% y 0.68%”, explica Aurelio Tobías, investigador del CSIC en el IDAEA, que ha participado en el estudio.

El informe, el mayor de este tipo realizado hasta ahora, viene a apoyar la postura de quienes están a favor de las restricciones al tráfico rodado en las ciudades, por ejemplo, dado que los vehículos a gasolina o diésel son importantes emisores de esas partículas en suspensión inhalables. En declaraciones a El País, el citado estadístico zanja: “Ya no hacen falta más estudios para demostrar algo que es obvio. No buscar medidas para reducir el tráfico en las ciudades carece de sentido”.

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