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La misteriosa superficie atigrada del satélite Encélado de Saturno ya tiene explicación

Investigadores americanos han dado con una respuesta lógica a las características grietas que surgen en esta luna.

Superficie de Encélado, uno de los múltiples satélites de Saturno, con sus características 'rayas de tigre'. / Europa Press

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Cortadas a través del polo sur de la luna Encélado –uno de los satélites de Saturno– hay cuatro fisuras rectas, paralelas que expulsan vapor de agua. Se les conoce como 'rayas de tigre'. No hay otra cosa parecida en el Sistema Solar. Estas erupciones son intrigantes, porque están ubicadas exclusivamente en su polo sur, pueden sostenerse durante largos períodos de tiempo y emanan de grietas separadas regularmente.

No obstante, varios investigadores han dado con una explicación para este curioso fenómeno. Se trata de Max Rudolph, profesor de ciencias planetarias en la Universidad de California Davis, y sus compañeros Douglas Hemingway de la Carnegie Institution for Science, Washington D.C. y Michael Manga de UC Berkeley. Para ello, utilizaron modelos numéricos en aras de comprender las fuerzas que actúan sobre el caparazón helado de este satélite. 

La respuesta parte de la observación sobre cómo la gravedad de Saturno ejerce fuerzas de marea sobre Encélado, que causan el calentamiento y enfriamiento del pequeño mundo. Esas fuerzas son más fuertes en los polos. Por ello, cuando el agua líquida se convierte en hielo debajo de la capa de hielo exterior, se expande en volumen y la presión va aumentando, provocando que aparezcan grietas.

La temperatura de la superficie de Encélado es de unos 200 grados Celsius bajo cero, por lo que si se forma una grieta en el hielo, es de esperar que se congele rápidamente. Sin embargo, las fisuras del polo sur permanecen abiertas y, de hecho, llegan hasta el océano líquido que se encuentra debajo.

Esto se debe a que el agua líquida dentro de la fisura es salpicada por las fuerzas de marea producidas por la gravedad de Saturno, liberando energía en forma de calor, dijo Rudolph, siendo este fenómeno el que evita que la grieta se congele.

Además, la liberación de presión de las fisuras evita que se formen nuevas grietas en otras partes de la luna, como en el polo norte. Pero al mismo tiempo, el agua que sale de la grieta cae como hielo, acumulando los bordes de la fisura y cargándola un poco. Eso hace que la capa de hielo se flexione, calculan los investigadores, lo suficiente como para provocar una grieta paralela a unos 35 kilómetros de distancia. "Nuestro modelo explica el espaciado regular de las grietas", conlcuye Rudolph en un comunicado.

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