Este artículo se publicó hace 16 años.
El suelo marciano se resiste a la 'Phoenix'
La sonda Phoenix, que aterrizó en Marte el 25 de mayo, está sufriendo problemas para llevarse una muestra de suelo marciano a sus instrumentos de análisis. La causa es que el terreno, muy compacto, no se disgrega en partículas lo bastante finas como para atravesar el tamiz que criba el material para depositarlo en el analizador térmico de gases (TEGA).
La pasada semana, el recogedor de la Phoenix vertió la primera paletada de tierra sobre el tamiz, que sólo deja pasar partículas de tamaño inferior a un milímetro. El TEGA necesita entre 20 y 30 miligramos de suelo para el análisis, pero el detector de infrarrojos reveló que apenas un miligramo había atravesado el filtro. Según el investigador William Boynton, del equipo de la Universidad de Arizona (EEUU) que supervisa la misión científica, dejaron el tamiz vibrando todo el fin de semana, pero la medida no ha bastado.
Boynton se mostró optimista: “Pasará una semana o dos hasta que empecemos a preocuparnos terriblemente”, dijo en rueda de prensa. “Podemos probar varias cosas”, añadió, mencionando la posibilidad de moler los terrones. Otro miembro del equipo, Doug Ming, señaló que tratarán de “espolvorear” arena sobre uno de los otros siete analizadores, con lo que espera resolver el problema “en unos dos días”.
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