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Cuando navegar en la Red supone perder intimidad

Algunas operadoras de Reino Unido se plantean utilizar Phorm, un sistema de rastreo para Internet

BLANCA SALVATIERRA

Buena parte de los usuarios de Internet en Reino Unido no navegan tranquilos. El sistema de rastreo de una compañía, llamada Phorm, les ha hecho desconfiar de los datos que otras empresas pueden saber de ellos y reparten la responsabilidad a partes iguales, entre la empresa que ha desarrollado un sistema capaz de saber por dónde navegan y las operadoras que podrían haberlo probado sobre sus equipos, sin su consentimiento. 

BT, Talk Talk y Virgin son las operadoras en tela de juicio. Son los proveedores de Internet más importantes de Reino Unido y, con la implantación de Phorm, que rastrea la navegación de los usuarios para ofrecer publicidad personalizada, han conseguido poner en pie de guerra a los grupos dedicados a proteger la intimidad en Internet.

La defensa de Phorm
Phorm, por su parte, protege su modelo de negocio argumentando que sólo asignan un número al navegante, no una identificación personal, y que cada cierto tiempo se borran los datos almacenados. Explicando parte de su tecnología, la empresa se defiende afirmando que su sistema no sabe quiénes son los internautas, porque no almacena las direcciones IP (la identificación que podría utilizarse para localizar a los usuarios), ni los nombres de usuario y contraseñas que se emplean en la Red. Añade por último que Phorm ofrece una protección antiphishing, que su sistema de privacidad ha sido auditado por la consultora Ernst & Young y que no incumple la legislación británica.

Todo esto no ha evitado que medios on-line, como The Register, hayan afirmado que alguna de las operadoras implicadas realizó pruebas el pasado verano con Phorm sin el consentimiento de los usuarios, una tesis que no ha contribuido a calmar los ánimos. Y es que la resolución de la legalidad o no de Phorm debe diferenciar entre si debe existir o no autorización por parte del usuario y si es necesario que los operadores establezcan nuevos términos y condiciones de contratación sobre su servicio de banda ancha. 

Aplicación en el futuro
El debate se centra ahora en que organizaciones como la Fundación para la Investigación sobre políticas e información (Fipr), que llega a tachar de ilegal este sistema de recogida de datos, consideran que el sistema de Phorm incumple la Regulation of Investigatory Powers Act 2000, una ley británica que, entre otros puntos, protege a los usuarios de la captación 'ilegal' de información. La calificación de 'ilegal' de Phorm depende de la interpretación que se haga de la ley, por lo que la Fipr ha enviado una carta al Comisionado de Información, que aún no se ha pronunciado sobre este sistema. En ella se explica que Phorm debe conseguir no sólo el consentimiento de los usuarios, sino también de las distintas páginas web. La polémica se ha abierto a si también deben registrarse para un posible envío de publicidad las visitas a páginas con contenidos de sexo, afiliaciones políticas o con temática racial. Responsables de la fundación Fipr han llegado a establecer un paralelismo entre Phorm y que una empresa privada pudiera abrir el correo postal de un usuario para enviarle publicidad.

Si el Comisionado de Información finalmente considera que el sistema de Phorm garantiza la intimidad del usuario, aún restará saber cómo reaccionarán los usuarios británicos y si decidirán cambiar de operador para pasarse a otro que no incluya posibilidades de rastreo.

En España, los sistemas de Phorm serían de difícil aplicación. Aunque la compañía cumpliera la premisa de que no se identifica al usuario y la navegación se realiza de forma anónima (no se estaría ante un dato personal para la Agencia Española de Protección de Datos, AGPD), el problema para la AGPD residiría en que el proveedor de servicios de Internet con el que Phorm se ha asociado sí puede identificar al usuario con el que tiene un contrato de acceso a Internet y en ese caso pasaría a considerarse un dato de carácter personal.

* Phorm afirma que su tecnología constituye un nuevo estándar para la privacidad on-line, que aporta más seguridad y que los usuarios pueden decidir si quieren participar o no de este sistema.
* Se han recogido más de 8.500 firmas para pedir al Gobierno británico que impida la utilización de Phorm a las operadoras y el formulario continúa abierto.
* El creador de la World Wide Web, Tim Berners-Lee, se ha mostrado en contra de estos sistemas; argumenta que no dudaría en cambiar de proveedor de Internet si el que tiene decidiera implementarlo.

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